jueves, 20 de noviembre de 2008

La Familia Real asiste a espectáculos de maltrato a animales

La Familia Real Española asiste con una cierta frecuencia habitual a espectáculos de corridas de toros en donde se maltrata, se veja, y se tortura hasta la muerte a unos toros que son conducidos a la fuerza a una plaza a la que nunca llegaron por su propia voluntad.

Entre el público asistente es habitual también ver a personajes políticos, del espectro político de la llamada izquierda y de la derecha, así como de otros partidos políticos. Igualmente son fotografiados a menudo, asistiendo a estos eventos sangrientos, personajes famosos, actores, gente de la jet set, figurines de moda, modelitos, estrellas de la música, etc..., pues aparecer en estas gradas del horror parece que pretende dar un elevado tono de alta sociedad y de estar a la última moda.

En el corredor de la muerte de estas siniestras plazas del terror pululan también unos oscuros personajes conocidos como los apoderados y especuladores adjuntos que se lucran promoviendo sus negocios a costa de patrocinar estas ejecuciones públicas de animales inocentes.

La Princesa Letizia no pudo evitar expresar unos gestos de horror en sus primeras visitas a las plazas taurinas, pero seguramente ha acabado acostumbrándose a estos espectáculos lamentables.

Lo más aberrante es que estos rituales asesinos contra animales, son retransmitidos por las cadenas de televisión en horario infantil, a primera hora de la tarde, lo que provoca el horror y el trauma de muchos niños que puedan contemplar dichas imágenes sangrientas desde sus hogares.

Ahí no acaba todo. El Rey Juan Carlos es aficionado también a la caza mayor y menor, al igual que su hijo, el Príncipe Felipe. La Princesa Letizia, al parecer, no ha llegado a ejercitar personalmente estas artes matarifes, pero ha acompañado a su esposo en varias cacerías.

2 comentarios:

  1. la familia real no deberia hacer eso se le safo un tornillo

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  2. Como española me siento avergonzada de este comportamiento de la familia real.

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