¿Es posible que hace 25 años, y con sólo 2 cadenas, estuviera la televisión mejor que ahora? Pues lo es. ¿Se trata de una casualidad o es que programan a propósito toda la basura? La caja tonta pretende que nuestros cerebros muestren encefalograma plano.
Nada es por casualidad, como tampoco lo es que exista una cámara de "gran hermano", una terminal de Orwell, en cada hogar, lista para hipnotizar, influenciar y anular a todos los seres humanos del planeta.
Los que manejan desde arriba los hilos de este medio, establecen unos patrones de contenidos, marcan las modas, las tendencias sociales, políticas y religiosas, promocionan unas costumbres y denigran otros valores. Se dan unas directrices orientadas para ser seguidas siempre por una masa impersonal, nunca por individuos.
En los últimos años se ha instalado la telebasura en los hogares de España por medio de la televisión. Películas repletas de crímenes, asesinatos, delitos, robos, programas que patrocinan las conductas inmorales y las frivolidades. Programas de cotilleos, de escándalos y miserias de la gente y los famosos, dando rienda suelta a exhibiciones de homosexuales, travestidos y todo tipo de personajes istriónicos. Tarados y depravados se ponen a chupar cámara, a golpe de cheque limpio, con audiencias millonarias.
Pero.., ¿Y qué podemos aprender la población de todos estos gurús de lo anormal?
Todo esto es justamente la programación ideal que establecerían unas mentes siniestras. Y así ocurre, porque todos los magnates y grandes empresarios de los medios de comunicación, como del resto de empresas, no son mindundis que van por libre, sino personajes poderosos, que siempre forman parte de extraños círculos de élite y sociedades secretas y ocultas, las cuales les dictan las reglas y comportamientos a seguir.
La televisión factura al año en España la friolera de 5.767 millones de euros.
La televisión, por medio de los que manipuladoramente la programan, intentan despertar en nosotros los instintos más primarios, con la intención de reducirnos a simples animales sin inteligencia y sin dignidad, a fin de que olvidemos que hemos sido creados seres libres y con conciencia propia, con proyección espiritual, a imagen y semejanza de Dios.
Así que la recomendación es que cuando la televisión apeste de basura, debemos acostumbrarnos también a hacer otro tipo de vida alternativa, como practicar la lectura, pasear, tomar contacto con la naturaleza, charlar con amigos, visionar documentales que nosotros mismos hemos seleccionado, y muchas otras cosas, más constructivas y satisfactorias.
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