El popular grafitero británico ha llamado a su obra "Las sirenas de los corderos". Además del coro de voces y chillidos que emiten los peluches, el camión hace sonar una sirena, que acaso anuncia la proximidad de un desastre o recuerda los campos de concentración.
Al asomar sus cabezas por los respiraderos del camión, los peluches producen un efecto como de pedir socorro a los viandantes, dejándoles una sensación angustiosa y de desazón. Con razón que popularmente ha sido conocido como "el camión de la muerte".
El arte también puede ser una herramienta poderosa para clamar por los derechos humanos, de las criaturas y de la naturaleza, expresando un mensaje que llegue al conjunto de la población.
Cuando Dios creó a los dos primeros seres humanos y los situó en el Jardín del Edén, no les dió permiso para matar y comer animales, sino que les enseñó que toda su alimentación era vegetal. Y ese será de nuevo el destino de la humanidad en el nuevo mundo que ha de venir: ser vegetarianos.
¿Qué puedes hacer tú?
No compres carnes de animales. Si nadie compra carne, nadie la venderá. Y no comas carnes de animales; no solo porque te deterioran tu salud en general, sino además porque esa conducta caníbal implica tener que asesinar a criaturas inocentes. Dios no creó a los animales para que fueran comidos por las personas, sino para que vivieran, porque tienen todo el derecho, tanto o más que nosotros, a vivir en el planeta Tierra. Incluso Dios creó a los animales antes que a los seres humanos.
Infórmate acerca del Vegetarianismo, no malgastes dinero en carnes, consigue una buena salud, solidarízate con nuestros amigos, los animales. Y además, cumplirás con las instrucciones iniciales del Creador, de comer de un jardín, nunca del horror de un campo de concentración de animales.
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