John Kennedy con Allen Dulles, el Director de la CIA
En 1953 el Presidente Eisenhower nombró a Allen Dulles Director de la CIA. John F Kennedy lo confirmó en el cargo cuando llegó a la Presidencia en Enero de 1961. Los anteriores directores habían sido militares. Bajo el mandato de Dulles tuvo lugar el Proyecto MK Ultra, un programa de control mental dirigido por Sidney Gottlieb.
La Operación de la Invasión en Bahía Cochinos en Cuba supuso el fín para la carrera de Dulles. Kennedy advirtió a Dulles que no iba a consentir el uso de fuerzas estadounidenses si la operación de la CIA fracasaba. La presión de Dulles hacia el Presidente llegó a convertirse en un verdadero dolor de cabeza para kennedy. Al final la CIA fracasó, y efectivamente, el Presidente no autorizó el despliegue militar sobre Cuba.
Era septiembre de 1961. En el despacho de la Casa Blanca Kennedy destituyó a Dulles, el cual marchó encolerizado, deseoso de venganza.
El 29 de noviembre de 1963 el Presidente Lyndon Johnson, como estaba cantado, nombró a Dulles, cómo no, para uno de los siete puestos de la fraudulenta "Comisión Warren", que supuestamente se había formado para investigar el asesinato del Presidente Kennedy. Dulles se esmeró a fondo para convencer a todo el mundo que el único culpable del magnicidio de Kennedy había sido un pobre diablo llamado "Lee Harvey Oswald".
Allen Dulles era también miembro de la sociedad secreta y ocultista de la Orden de Caballeros de Malta, conocidos como los "Caballeros de la Mesa Redonda", una organización de familiaridad templaria. Curiosamente dentro de esta Orden de los Caballeros de Malta militaban altos responsables de la Iglesia Católica, como el Cardenal Francis Spellman, relacionado también con la Francmasoneria y otras sociedades similares.
El camino de Spellman se cruza con el SIV
Esta imagen ilustra bien toda la conexión. A la izquierda aparece el Cardenal Francis Spellman, de Nueva York. El siguiente obispo es Edward Mooney, de Detroit, y a la derecha de la imagen aparece el Obispo James Mc Intyre, de Los Angeles. Estos dos últimos fueron los comisionados encargados por el Papa Pío XII, para organizar el SIV, el Servicio de Inteligencia Vaticana, en Estados Unidos, para asuntos extraterrestres.
La Operación de la Invasión en Bahía Cochinos en Cuba supuso el fín para la carrera de Dulles. Kennedy advirtió a Dulles que no iba a consentir el uso de fuerzas estadounidenses si la operación de la CIA fracasaba. La presión de Dulles hacia el Presidente llegó a convertirse en un verdadero dolor de cabeza para kennedy. Al final la CIA fracasó, y efectivamente, el Presidente no autorizó el despliegue militar sobre Cuba.
Era septiembre de 1961. En el despacho de la Casa Blanca Kennedy destituyó a Dulles, el cual marchó encolerizado, deseoso de venganza.
El 29 de noviembre de 1963 el Presidente Lyndon Johnson, como estaba cantado, nombró a Dulles, cómo no, para uno de los siete puestos de la fraudulenta "Comisión Warren", que supuestamente se había formado para investigar el asesinato del Presidente Kennedy. Dulles se esmeró a fondo para convencer a todo el mundo que el único culpable del magnicidio de Kennedy había sido un pobre diablo llamado "Lee Harvey Oswald".
Allen Dulles era también miembro de la sociedad secreta y ocultista de la Orden de Caballeros de Malta, conocidos como los "Caballeros de la Mesa Redonda", una organización de familiaridad templaria. Curiosamente dentro de esta Orden de los Caballeros de Malta militaban altos responsables de la Iglesia Católica, como el Cardenal Francis Spellman, relacionado también con la Francmasoneria y otras sociedades similares.
El camino de Spellman se cruza con el SIV
Esta imagen ilustra bien toda la conexión. A la izquierda aparece el Cardenal Francis Spellman, de Nueva York. El siguiente obispo es Edward Mooney, de Detroit, y a la derecha de la imagen aparece el Obispo James Mc Intyre, de Los Angeles. Estos dos últimos fueron los comisionados encargados por el Papa Pío XII, para organizar el SIV, el Servicio de Inteligencia Vaticana, en Estados Unidos, para asuntos extraterrestres.
La línea Spellman-Dulles entronca directamente con el SIV. Por mandato papal, Mooney y Mc Intyre, se habrían encargado de captar a toda una serie de obispos y sacerdotes cualificados, como Spellman y otros prelados, así como posiblemente también otras personas de máxima confianza para la Iglesia Católica en Estados Unidos, con la intención de que trabajasen secretamente para la red SIV.
El Cardenal Francis Spellman aparece en esta fotografia junto a John Kennedy y Richard Nixon.
El Cardenal Francis Spellman fué quien ordenó sacerdote en 1956 a Avory Dulles, el sobrino del Director de la CIA, Allen Dulles. Avory Dulles militó dentro de la Orden de los Jesuitas, siendo nombrado Cardenal en el año 2001 por el Papa Juan Pablo II.
Sacerdote jesuita Avory Dulles, nombrado Cardenal en 2001. En la imagen de la derecha el Cardenal Dulles saluda al Papa Benedictus XVI.
Avory Dulles era hijo del Secretario de Estado Estadounidense John Foster Dulles; sobrino de Allen Welsh Dulles, Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA); bisnieto de John Watson Foster, Secretario de Estado de los Estados Unidos; bisnieto de Theodore Medad Pomeroy, MC, Vocero de la Casa de Representantes.
Como se desprende de su historial familiar, el jesuita Avory Dulles era una persona bien introducida y conocedora de todos los secretos de los estamentos del poder, siendo además alguien muy cercano a otro personaje clave, el enigmático Cardenal Spellman.
En el año 2001 el sacerdote jesuita Avory Dulles, de Nueva York, fué nombrado Cardenal por el Papa Juan Pablo II, en compesación a todos los servicios prestados.
Parece que Dulles se ejercitó desde joven en las tareas de información. Curiosamente, tras su graduación universitaria, y antes de su ingreso en los jesuitas, Avory Dulles prestó ya sus primeros servicios de Inteligencia en la reserva naval, con rango de teniente, y en 1945 fue condecorado por su trabajo de enlace de información con la Armada Naval francesa, recibiendo la "cruz francesa de guerra".
La conexión Dulles, a través de los Dulles, Spellman, la Orden de Malta y otras sociedades secretas afines, fué pues, una más de las vías de contacto y comunicación entre la CIA y los comités secretos gubernamentales al servicio del Gobierno Secreto americano por un lado, y el Vaticano de Roma, por la otra parte. Y al final, todos los canales de contacto CIA - Vaticano pasaban por el SIV.
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