sábado, 20 de diciembre de 2008

El Vaticano participó en el Complot contra el Presidente Kennedy

El Papa Pablo VI y la Alta Curia del Vaticano fueron cómplices y colaboradores necesarios del sucio Complot de las sociedades secretas
La operación fué aprobada por el Gobierno Secreto "Majestic 12-SIV"

El crimen magnicida de John F. Kennedy no tuvo nada que ver directamente con la industria ni con las fábricas de armas, ni con la Guerra de Vietnam, ni con Fidel Castro ni Cuba, ni con Lee Harvey Oswald. Por ninguna de esas cosas se asesina a un Presidente. Tuvo que haber otro motivo mucho más grande y poderoso como para eliminar al Presidente de los Estados Unidos.

No pudo haber ocurrido de otra manera.
Por todos los artículos que ya hemos publicado, ya hemos visto que había una estrecha y profunda colaboración del SIV, Servicio de Inteligencia del Vaticano, en Estados Unidos, para asuntos extraterrestres, con las organizaciones secretas masónicas estadounidenses, y la entidad secreta que crearon, el Gobierno Oculto Majestic 12, además de todos los contactos que había con la CIA, como el masón Allan Dulles, ex director de la Agencia desde 1961.

El Papa Pablo VI estaba perfectamente al corriente de la marcha de toda la conspiración del secreto extraterrestre, por todos los informes y reuniones secretas del Papa Pablo VI con el Cardenal Spellman, Vicario Militar de las Fuerzas Armadas estadounidenses, agente del SIV comisionado por el Papa para tratar los asuntos extraterrestres con el Gobierno Secreto americano y altos mandos militares, y con el Cardenal James Mc Intyre de Los Angeles, agente del SIV, además de otros enlaces jesuitas y del SIV. Todo estaba controlado y todo marchaba bien...

El Cardenal James Mc Intyre, agente del SIV, aparece en el centro de la foto, saludando al Papa Pablo VI, durante la visita del Papa a Estados Unidos el martes, 5 de octubre de 1965. A la izquierda el Cardenal Richard Cushing besa el anillo del Pontífice. En la imagen de la derecha el Cardenal Francis Spellman, agente del SIV, acompaña al Papa Pablo VI durante la visita a la Catedral de San Patricio.

Solo había un problema; un hombre que se cruzaba en su camino: su nombre: John Fitzgerald Kennedy. Durante su próxima visita a la ciudad de Dallas, quería hacer público el Incidente Roswell y la presencia extraterrestre en la Tierra, desafiando las consignas de las sociedades ocultistas de preservar el máximo secreto.

El Papa Pablo VI y la cúpula del Vaticano contemplaban con terror la posibilidad de un avance del ateísmo y del comunismo en todo el mundo, como consecuencia del conocimiento de la existencia extraterrestre en el Universo y en la Tierra, y el Vaticano iría de cabeza a la quiebra y a la bancarrota de todo su imperio hegemónico sobre todos los países del mundo.

El Papa Pablo VI se encuentra con el Presidente John F. Kennedy. Observe que la Silla papal es más alta que la del invitado. Pablo VI trató de convencer a kennedy para que mantuviera siempre en secreto el Caso Roswell y todos los informes de presencia de naves y seres extraterrestres en la Tierra.

Desde la cúpula del Vaticano y desde las sociedades masónicas ocultistas de Estados Unidos, uno de cuyos miembros era Truman, se había llegado a la conclusión del peligro que entrañaba poner en manos de la opinión pública el secreto de Roswell.

Supuestamente, había riesgos militares, riesgos sociales, riesgos políticos, económicos, etc.. que conducirían hacia un colapso del todo el sistema mundial, facilitando además que los países comunistas enemigos del Bloque del Este, URSS, China, Korea, Vietnam, etc.., se hicieran con la tecnología extraterrestre que podrían aplicar a sus ejércitos.

Esta misma opinión de la supuesta necesidad de mantener en secreto la realidad de visitas extraterrestres a la Tierra, fué compartida por todos los miembros del Gobierno Oculto Majestic 12 y por la organización de Inteligencia Vaticana del SIV.

El Papa Pablo VI dando el pésame a la viuda de Kennedy, Jacqueline Kennedy.

A lo largo de la Historia los agentes secretos del Vaticano han asesinado a muchas personas, algunas de ellas poderosas, e incluso reyes y gobernadores. Aparte del SIV, el Vaticano cuenta con otros servicios secretos como la "Entidad" o Santa Alianza, que es el Servicio de Espionaje, equiparable a la CIA americana, y el "SP" Soladitium Pianum, que es el servicio de Contraespionaje vaticano. Especialmente entrenados para estas lides de espionaje y de matarifes han sido muchos miembros de la oscura Orden de los Jesuitas, que han creado extraños grupos de asesinos como "El Círculo Octógunus".

Naturalmente, La Entidad siempre ha tenido buenas relaciones con la CIA, y han colaborado estrechamente en episodios como el Complot contra Kennedy. Si bien, seguramente, los agentes francotiradores de la Plaza Dealey de Dallas, pertenecían a los servicios secretos estadounidenses, en el magnicidio de JFK, el Vaticano, tuvo como mínimo una participación mediática activa, además de compartir todas las labores de información sobre el complot.

El Papa y la Alta Curia del Vaticano estaban al corriente del Secreto Extraterrestre, y por lo tanto, como mínimo, sabían, del plan para la eliminación del Presidente Kennedy. Según las leyes del Derecho, Quien conoce un delito y no lo denuncia se convierte en cómplice del mismo. Pero el Vaticano nunca ha denunciado ningún crimen que se haya cometido contra testigos o personas con información privilegiada de la realidad extraterrestre.

El Vaticano ha tenido siempre toda la información, del complot contra Kennedy y de la eliminación de cientos de personas en relación al secreto extraterrestre. Pero nunca han informado de nada a la opinión pública ¿Por qué? Porque han sido cómplices necesarios y colaboradores del mantenimiento del secreto de la trama extraterrestre.

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