miércoles, 17 de diciembre de 2008

El tunecino recibió en 2001 un sobre con antrax


En octubre de 2001 había tenido lugar la psicosis de envíos de sobres con antrax en Estados Unidos. Para el 30 de octubre el FBI ya descartó la relación entre las cartas con ántrax y los ataques del 11-S. Y finalmente el tema del antrax desapareció de los medios de comunicación hacia noviembre de 2001.

Pero, según informa Luis del Pino, investigador del 11-M, en la noche del 4 de diciembre de 2001, Serhane Farkhet, más conocido como El tunecino, uno de los supuestos terroristas del 11-M, a la vez que uno de los supuestos suicidas de Leganés, se presentó en el Hospital de la Princesa, en Madrid, con un sobre que acababa de recibir. El sobre contenía unos polvos blancos de origen desconocido.

El episodio dio lugar a la apertura de unas diligencias previas de investigación en el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid. Pero, efectuados los análisis correspondientes del contenido del sobre, se comprobó que ese polvo no contenía ántrax. Así que las diligencias en cuestión se cerraron casi inmediatamente.

¿En qué cabeza cabe que un terrorista acuda a las autoridades porque le han enviado un sobre con antrax? y más raro aún.. ¿Quién le envió ese sobre a un supuesto terrorista islamico..?

Este episodio nos habla que en esa fecha de diciembre de 2001, ya se estaba preparando el atentado del 11-M de 2004 en Madrid. La intención solo podía ser que se hiciera público este incidente, para así ir creando en los medios unos antecedentes previos relacionando el nombre de "El tunecino" con "terroristas musulmanes" "11-M" y "sobres de antrax", "moro malo", etc.., un hilo conductor que explicase convincentemente el futuro atentado de Madrid, previsto para antes de las Elecciones.

En el atentado del 11-M se encuentran cosas sorprendentes: si uno recibe en su casa un sobre con polvos de talco ya es un terrorista de AlQuaeda. Y si alguien deja algo en una papelera que se halle cerca de la mezquita de la M-30 en Madrid, entonces eso quiere decir que quien depositó dicho objeto es un musulmán y terrorista. Y así un largo etcétera. Este es el razonamiento de los cerebros de un fraude criminal llamado 11-M, en donde las cosas solo encajan a martillazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario