Cuando Rajoy llegó a La Moncloa y pidió informes de cómo estaba la situación real del terrorismo y de los pactos del anterior gobierno con ETA, se dió cuenta de que no era tan fácil tumbar el Pacto ETA-ZP, porque estaba blindado y bendecido por los Jesuitas y por el Vaticano; todo se había cocido en el Cuartel General de los Jesuitas, el Santuario de Loyola, en Azpeitia, Guipúzcoa, en el año 2006; todo estaba atado, firmado, y sellado, con el aval jesuita y vaticano, y no tenía vuelta atrás.
El Gobierno Masónico de Zapatero había hecho un estropicio en Cataluña y otro en el País Vasco.
No sabemos si Rajoy por él mismo hubiera querido anular o no el pacto de ETA, pero en cualquiera de los casos, Rajoy decidió dejar las cosas como estaban, y no echar atrás el acuerdo firmado en 2006, que había sido blindado, bendecido, y patrocinado por los Jesuitas. Deshacer lo pactado e ir en contra de los Jesuitas y del Vaticano era algo en lo que él no iba a entrar.
A fín de cuentas la organizacion terrorista ETA fué un invento salido en los seminarios y sacristías católicas y nacionalistas, un proyecto negro más, salido de las sotanas de la Orden Negra de los Jesuitas, al igual que la implantación del nacionalismo y la propagación del separatismo. Y ahora se trataba, entre otras cosas, de beneficiar la situación de los presos terroristas, que en definitiva no fueron sino peones al servicio de la Ingeniería Jesuita Separatista.
Claro, al mismo tiempo, dada la magnitud y el embrollo del Acuerdo de 2006 en el Santuario Jesuita de Loyola, el Presidente Rajoy no podía hablar de ello ni explicárselo a nadie, ni a los ciudadanos, ni a los votantes, ni siquiera a los cargos altos y medios de su propio partido. ¿Cómo explicar algo así a los ciudadanos? Así que optó por el silencio y la obediencia a la Orden Negra.
Rajoy no quería sacar trapos sucios del Vaticano ni acusar públicamente a los Jesuitas o al Vaticano, so pena de arruinar inmediatamente su vida y carrera. Esta es la explicación sencilla de por qué Rajoy no ha podido y no ha querido explicar nada acerca de por qué ha continuado cumpliendo puntualmente los Pactos infames de ZP con ETA, convirtiéndose así en la 3ª Legislatura de Zapatero; al menos en materia de Interior. Tan solo ha podido refugiarse parcialmente y echarle el muerto al Tribunal de Estrasburgo, con la retirada de la doctrina Parot, que era una cortina que ya venía en el guión de los Acuerdos.
Había otro problema añadido: Para aplicar la derogación de la ley Parot y hacer la 1ª Suelta masiva de terroristas, no sabemos si va a haber más, había que sacar también de las cárceles a un montón de criminales y violadores, para despistar; era otro peaje a pagar.
El apoyo del Gobierno Rajoy al Pacto de ETA de 2006 y la suelta masiva de terroristas presos ha producido, a su vez, un resquebrajamiento y una crisis en el Partido Popular. Las asociaciones de víctimas del terrorismo, en general, y muchos votantes y militantes se han alejado del PP, y han dado lugar a la creación de un nuevo partido en 2014, que no traicione a su base social: VOX.
¿Habría obrado Aznar igual que Rajoy? Se supone que no, que habría obrado distinto, pero en realidad no lo sabemos, dado que los Gobiernos e incluso las Monarquías deben obediencia a la Orden Negra y al Vaticano.
¿Qué sería capaz de hacer VOX contra los Jesuitas y contra El Vaticano?...
Y una pregunta inquietante: ¿Qué más hay pactado, que los ciudadanos no saben, en los documentos firmados que guardan los Jesuitas del Santuario de Azpeitia en Guipúzcoa?...
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