La pared de cemento solo tiene la longitud que muestra esta imagen. Si el tren hubiera descarrilado en un terreno despejado de campo, probablemente no habría muerto ningún pasajero. Pero el muro de hormigón fué una trampa mortal para los viajeros.
Aquí están las consecuencias del trágico encuentro del tren de Santiago contra el Muro de la Curva de La Grandeira, en el pueblo coruñés de Angrois. El exceso de velocidad posibilitó la tragedia. Balance 79 muertos y más de una veintena de heridos graves.
Contrariamente a la imagen que se difundió por los medios en los primeros días después del accidente, el maquinista no era ningún fanático de la velocidad.
Francisco José Garzón, conductor experimentado del tren siniestrado, de 52 años de edad, era considerado por sus familiares y amigos como muy sensato y responsable. Sus compañeros del trabajo ferroviario le conocían como "Garzón el Lento".... de manera que cuando llegaba a la estación un tren lento o con retraso, sus compañeros decían: "Ahí viene Garzón el Lento"...
Al parecer, y según se desprende de las propias declaraciones, el Maquinista del Tren de Santiago sufrió un extraño "trance", un "espacio en blanco" y perdió toda noción del tiempo y del espacio unos 7 kilómetros antes de llegar a la Curva del pueblo de Angrois.
El maquinista, a pesar de estar dentro de la cabina, estuvo extrañamente "ausente" "distraído" durante bastante tiempo. De repente, cuando recuperó su "consciencia" no sabía en qué tramo estaba; no tenía ni idea de dónde estaba, y por tanto, no sabía tampoco a qué velocidad tenía que ir. Solo recuperó el control de la situación y accionó el freno cuando la situación ya era demasiado tarde, y el tren se enfilaba derecho, sin remedio, hacia una fría pared de hormigón gris.
Pero es que esa extraña "distracción" tuvo que ser brutal, porque solo faltaban 3 kilómetros y unos metros para llegar a la Estación, y la velocidad del tren era de 192 kms/h. Así que si el tren no se hubiera chocado contra la pared de la curva entonces se habría "estrellado" contra la Estación. Eso sí, en caso de haber podido llegar a la Estación, el tren habría amortiguado mejor su llegada, y no habría sucedido la tragedia. ¿Cómo es que el tren estaba llegando a la Estación y el maquinista no lo sabía?...
Francisco José Garzón, maquinista del Tren Talgo Alvia siniestrado cerca de Santiago de Compostela el 24/7/2013.
En principio este tipo de hecatombes o tragedias, extrañas, y de impacto mundial, pueden ser provocadas por agentes especiales de servicios secretos, algunos de ellos desconocidos, y son encargadas por las Elites del Poder, como Ritual de Magia Negra, con objeto de que las víctimas sirvan como sacrificios humanos propiciatorios, para que esas mismas Elites sigan conservando la riqueza, el poder, y aquello que deseen alcanzar. Estos Rituales los realizan periódicamente, y cuantas más víctimas consiguen, mejor.
Pero en otras ocasiones son las mismas entidades de la oscuridad las que ejecutan directamente, sin necesidad de peones humanos, ciertos acontecimientos trágicos o criminales, de gran calado.
En la mañana del día de hoy, 31 de Julio de 2013, el maquinista ha prestado declaración judicial, y ésta ha sido, resumidamente, la sorprendente conversación que ha mantenido con el Juez y con el Fiscal. Todas las explicaciones han resultado inútiles para aclarar lo sucedido:
Fiscal. - ¿Qué estaba pensando usted antes de entrar en ese segundo túnel (antes de la curva fatídica)?
Maquinista Garzón. - No lo sé, si lo supiera...
F. - Estamos trabajando todos los que estamos aquí, la policía y el resto, para saber qué paso por su cabeza. Le pido ese esfuerzo para saber si estábamos centrados...
G. Señoría, le digo sinceramente que no lo sé.
F. ¿En algún momento levantó el pie del pedal de "hombre muerto"?
G. No lo sé.
F. -¿Durante todo ese tramo mantuvo una conversación con la Torre de control?
G. - "No, no lo recuerdo".
Juez. ¿Por qué no redujo?
G. Es que no le doy explicación, no lo comprendo, cómo no lo ví...
Maquinista Garzón. - No lo sé, si lo supiera...
F. - Estamos trabajando todos los que estamos aquí, la policía y el resto, para saber qué paso por su cabeza. Le pido ese esfuerzo para saber si estábamos centrados...
G. Señoría, le digo sinceramente que no lo sé.
F. ¿En algún momento levantó el pie del pedal de "hombre muerto"?
G. No lo sé.
F. -¿Durante todo ese tramo mantuvo una conversación con la Torre de control?
G. - "No, no lo recuerdo".
Juez. ¿Por qué no redujo?
G. Es que no le doy explicación, no lo comprendo, cómo no lo ví...
Tal como refleja la declaración judicial, el maquinista del Tren de Santiago no sabe nada y no recuerda nada. No puede aportar ninguna explicación safisfactoria o aclaratoria. ¿Cómo es posible que este hombre se quedase en blanco justamente antes de llegar a la Curva de la Muerte?
Es como si la mente de esta persona hubiera sido "abducida" temporalmente o intervenida de alguna manera por alguna entidad desconocida y ajena, que tomó el control de la situación y ejecutó sus propios planes, al margen del itinerario oficial previsto por el convoy.
El día 24 (2+4=6, número satánico) de Julio de 2013, jornada anterior de la festividad de Santiago de Compostela, a las 20:40 horas, (2+4=6), los pasajeros del tren de Santiago, fueron lanzados y estampados contra un paredón a 192 kms/hora y sacrificados, por entes de la oscuridad. De algún modo, estas entidades desconocidas anularon la mente del conductor del tren en los kilómetros previos a la Curva, aprovechando el agujero del Sistema de Seguridad Manual que había en esta línea.
Es un siniestro calculado al milímetro, por mentes super inteligentes y privilegiadas, siniestras, y muy poderosas, claro está. Por ejemplo, si la velocidad del tren hubiera llegado a 200 kms/hora habría saltado el freno automático. Por eso la velocidad se mantuvo a 192 kms/h., máxima velocidad sin arriesgarse a llegar al límite de seguridad.
Puede parecer un disparate, pero este suceso trágico me recuerda los casos de Abducciones Ovni, en los que unas entidades desconocidas se han molestado previamente en preparar perfectamente todos los elementos que convergen en un solo instante y escenario, en un determinado día. Digamos que "todo está preparado" por alguien.
Recordemos la ley nº 1 de la Conspiración: Ningún evento o noticia de impacto, de alcance mundial, ocurre por una simple y mera casualidad, sino que viene planeado por alguien. La noticia del accidente del tren de Santiago recorrió todo el planeta Tierra.
Lo malo, y lo bueno también en cierto sentido, según se mire, es que estas explicaciones no le valen a un juez, el cual no cuenta con elementos invisibles, que no pueda ver y explicar lógicamente.
Otro misterio del Accidente del Tren de Santiago
¿Quién es este individuo? ¿Y qué hace ahí, en el lugar del accidente?
En las fotos como ésta quizás no se aprecia bien, pero se puede ver más claramente en el video del accidente. Poco antes de que se acerque el tren, aparece un individuo caminando y bajando hacia la zona de la Curva.
Cuando el tren está a punto de llegar, el individuo parece que se asusta, vuelve sobre sus pasos y desaparece. ¿Sería un vecino del pueblo? ¿un caminante casual? ¿Podría tener algún tipo de relación con el accidente? ¿Acaso era alguien no humano?....
Reflexiones sobre la seguridad ferroviaria
Un maquinista de tren, cualquiera que éste sea, y sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría supera los 50 años de edad, puede sufrir, muy a su pesar, un ataque de infarto al corazón, un mareo, una bajada de tensión arterial, un cólico nefrítico, un ataque epiléptico, una indisposición digestiva, etc... o también simplemente puede necesitar acudir al cuarto de baño, y más de una vez, o también el hombre puede querer simplemente tomar un café.
Esto quiere decir que todos los trenes y trayectos deben estar homologados con un sistema de seguridad en el que todos los trayectos deben estar programados, frenando automáticamente en las curvas o en zonas complicadas, y parar en las estaciones correspondientes. Un sistema de seguridad en el que el maquinista es el supervisor del trayecto programado.
De este modo, si el conductor sufre cualquier indisposición o percance, el tren frenará a tiempo en todos los puntos necesarios, de acuerdo con el programa. Ese sistema de seguridad inteligente, conocido como el ERTMS, es el que disfruta actualmente el AVE, pero a día de hoy no está presente en los Talgo Alvia. A partir de este accidente de Santiago, seguramente Renfe activará el sistema automático de seguridad ERTMS, u otro de características similares, para toda la red ferroviaria española.
También este trágico accidente ha servido para sacar la conclusión de que es recomendable asegurar mejor los anclajes de los asientos.
Nuestras condolencias y el más hondo pesar a las familias de las víctimas y deseo de pronta recuperación para los heridos y afectados. Y especialmente el mayor afecto para todos los niños que han sufrido directa o indirectamente esta tragedia.