Primavera, 1982. Durante la Guerra de las Malvinas, un comando secreto de la Marina Argentina, llegó a España con la misión de sabotear la Base Británica de Gibraltar con minas submarinas recibidas por valija diplomática a través de la Embajada Argentina en Madrid. Estos sucesos tienen lugar cuando en España es Presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo.
La "Operación Algeciras" fue aprobada por el Almirante argentino Jorge Isaac Anaya, quien la guardó en secreto a la mayor parte de sus camaradas. El comando estaba formado por 3 hombres, dos montoneros, especialistas en buceo, y un oficial de enlace argentino.
Estuvieron supervisando el tráfico naval británico alrededor de Gibraltar, preparándose para atacar un navío inglés, de la mayor categoría posible. Cuando un blanco de interés se hubiera puesto a tiro en la zona de Gibraltar, el comando de buzos argentinos tenía que actuar y colocar unas minas submarinas de fabricación italiana.
Primavera de 1982. El Presidente español, Leopoldo Calvo Sotelo, apareció en las inmediaciones de la Roca de Gibraltar. Allí estuvo recibiendo noticias del incidente con el comando argentino.
La mejor ocasión se presentó antes de la detención policial del 2 de mayo de 1982, cuando el comando de buzos argentinos había detectado la entrada de un importante buque de guerra británico en Gibraltar. Era el día ideal para actuar, pero la cadena de mandos y de enlaces, pues había que contactar telefónicamente cada cierto tiempo, empezó a tener dudas y descoordinación, y así se perdió la gran oportunidad. Después ya no pudieron actuar más porque la policía se les echó encima.
Uno de los mandos policiales que detuvieron la operación confesó al comando argentino: "Hombre, si yo hubiera sabido que ibáis a hundir un barco británico os habría dejado"... Y puede ser que no hubiera tanto chiste en aquella frase anecdótica, porque muchos españoles habrían ayudado con sumo gusto al comando argentino, de haber conocido ese plan.
Al parecer, según las fuentes británicas, el servicio secreto británico había detectado el plan y las conversaciones entre Buenos Aires y la Embajada Argentina en Madrid, y optaron por dar aviso al servicio secreto español, Cesid, sobre el plan militar argentino que se estaba desarrollando en Gibraltar. El servicio de inteligencia español traspasó la misión de la detención de los argentinos a la policía, para fingir una simple detención casual por sospechas de tráfico de drogas.
Y aquí surge una pregunta importante: ¿Conocía la policía española que detuvo al comando argentino la información que tenía el Cesid, y que le habían suministrado los británicos, o no?... ¿O el Cesid utilizó y mintió a la policía sin dar la verdadera información?...
Máximo Nicoletti fué uno de los integrantes del comando militar argentino enviado a España. Nicoletti ha sido montonero, guerrillero, buzo, carapintada, y agente secreto en misión de guerra. Después de la guerra ha ejercido como asesor de seguridad e investigador privado. En 2003 concedió una entrevista especial para un documental sobre la Operación Algeciras.
A pesar de la mala suerte, y de que la policía desbarató el plan, lo cierto es que el comando pudo haber actuado antes, pero por dudar y no recibir unas órdenes claras y precisas, se echó a perder toda la operación.
Dicen los especialistas de las unidades militares de operaciones especiales que cuando estás en plena misión no puedes dudar. La consigna es: "Si dudas estás muerto", porque te cepillan. Gracias a Dios, y visto con la perspectiva del tiempo, el comando argentino sobrevivió, y asimismo no hubo ninguna víctima en aquella operación.
Las autoridades españolas actuaron sabiamente y no retuvieron ni juzgaron a los agentes argentinos, sino que por el contrario les ayudaron en todo para que regresaran con bien y cuanto antes a su país. Una actitud, la española, que no le hizo ninguna gracia al gobierno británico.
Nicoletti y sus compañeros de comando, pensaron que habían fracasado en su misión. Sin embargo, aquí están haciendo historia.
Ese mismo día los ingleses no tuvieron contemplaciones ni titubeo alguno con los argentinos: el submarino británico Conqueror recibió la orden personal de Margaret Thatcher para hundir el crucero argentino General Belgrano, que causó la muerte de al menos 323 tripulantes argentinos, el hecho más grave de toda la contienda.
Dos de los fallos que tuvo el comando argentino fueron:
Documental "Operación Algeciras", Guerra de las Malvinas, 1982. TVE2".
140 minutos.