sábado, 9 de abril de 2016

9-N. El Referendum de Cartón

Ya lo dijo el antiguo Alcalde de Madrid, Jose María Alvarez del Manzano: "Cada uno puede hacer el ridículo como quiera"...

En datos aproximados, de un Censo Electoral de 6.228.531 catalanes, 1.861.752 votantes apostaron por la Independencia, lo que supone que solo un 29,8 de los votantes de Cataluña votó a la Secesión. Es decir, que el 70% de los catalanes han rechazado la oferta de la Separación de España, y ni siquiera se molestaron en ir a votar.

A esto habría que descontar a todas aquellas personas que han votado 2 y 3 veces, en distintos colegios, los que en vez de introducir 1 sobre en la urna, han introducido 2 o 3 sobres, muy juntitos, además de otras irregularidades, como menores de edad, votar fuera del plazo de tiempo, musulmanes, etc..., dado que realmente han sido unos Comicios sin garantías de ningún tipo.

Primero fue la derrota electoral del nacionalista separatista de Artur Mas en la última confrontación de urnas, después de adelantar las Elecciones. Y ahora el Separatismo se ha estrellado totalmente contra las urnas del 9-N, en una Jornada Negra para el Separatismo.

El fracaso del proyecto separatista ha sido sin paliativos. Y eso que desde el año 1980 el Separatismo ha aplicado un programa agresivo de adoctrinamiento ideológico a la sociedad catalana, canalizado principalmente por 2 vías, las escuelas y los medios de comunicación catalanes, que sirven todos ellos, sin excepción, al "Moviment".

Y no solo eso, sino que además han gastado en ese proyecto esquizofrénico y disparatado, todos los millones de euros que tenían que haber ido destinados en justicia hacia los ciudadanos catalanes.

¡Estos tipos sí que conocen la Historia de Cataluña como parte esencial de la Historia del Reino Cristiano de España!...

Pero sucede que aunque las cifras cantan por sí mismas y dan testimonio de que ha ocurrido una catástrofe para los separatistas, los medios de comunicación catalanes, que están al servicio del Régimen Separatista, tienen la caradura de presentar la debacle del 9-N como si fuera un éxito; la gente se lo traga, y sigue embaucada con el proyecto del odio a sus compatriotas de toda la vida.

Hay catalanes que han ido a votar el 9-N con buena intención, que creen lo que se les ha dicho, que con la independencia van a ser más guapos, más ricos y felices, y que van a comer muchas perdices, en el país de las maravillas. Y además han creído la Historia falsa que el Separatismo les ha vendido. Al ser una sociedad sin pluralidad en los medios de información regional, toda la prensa y televisiones de la región catalana son nacionalistas.

Según los análisis de los resultados electorales comparados, desde hace varias décadas el Nacionalismo no avanza en Cataluña; se ha estancado; por más millones de euros que se invierten y prohibiciones que se dictan desde la Generalitat. Añadiendo a ello la inacción y la pasividad que ha habido siempre desde Madrid en relación al tema nacionalista.

Además hay que tener en cuenta que un proyecto serio de Secesión en un país cualquiera al menos debería contar con más del 80% o 90% de votos afirmativos sobre el Censo total, para demostrar que, efectivamente, existe de verdad una intención y una voluntad de un cambio de soberanía, por parte de la totalidad o prácticamente la totalidad de la población. Pues un resultado de mitad y mitad no sirve para justificar nada. 

LA PASIVIDAD DE RAJOY DESESPERA A LOS SEPARATISTAS


Ahora hablemos de Rajoy y del Gobierno de España. Obviamente y con la ley en la mano, ante la comisión de una serie de delitos cometidos, entre ellos se cita la Sedición, desobediencia y malversación de fondos públicos, se debería encausar a los responsables del Referendum chapuza del 9-N. Desde algunos sectores nacionales se ha criticado al Presidente Rajoy por inacción.

Sin embargo, y aunque resulte extraño o paradójico, es posible que la actitud de inacción de Rajoy haya sido, a la larga, un acierto y un servicio a la nación y a los catalanes, y un misil letal contra los separatistas.

Porque lo peor que se les puede hacer a los separatistas es que no se les haga caso; que se les ignore; y que se les mate de aburrimiento, ya que ellos viven del lío, de la bronca, del follón, del victimismo falso, del odio, del propagandismo y de la confrontación y fractura social. Y en eso, en matar de aburrimiento a un muerto, es especialista Mariano Rajoy. Es el Hombre-Laxo, Inmutable, la ruina para todo enredador político que demande atención.

La técnica rajoyana de la Inacción no consiste simplemente en no hacer nada sin más, sino en saber cuándo no hay que hacer nada. Pues a veces el obrar es errado. Y sin duda que una técnica así, bien aplicada, puede producir valiosos frutos.

Seguramente que si se hubieran producido batallas campales entre guardias civiles y separatistas, por apoderarse de las urnas, estas imágenes habrían alimentado al Moviment Separatista durante meses y años, blandiendo el victimismo a todo el mundo.

El resultado de todo ello es que en la Pseudo-Consulta del 9-N el movimiento separatista se ha desacreditado estrepitosamente por sí solo, y ha naufragado, por mucho que los medios catalanes, al servicio del Régimen Separatista, quieran vender ahora la derrota como victoria.

A todo esto..., ¿Cuánto habrá costado, al bolsillo de todos los catalanes y de todos los españoles, montar el Merendendum del 9-N, incluyendo las campañas de propaganda nacionalista?....

La Consultilla del 9-N ha sido un desastre para los nacionalistas, para todos los catalanes, para Cataluña, para toda España y para todos los españoles. Pero mientras esa Oligarquía Nacionalista, que ha montado todo este tinglado separatista, siga manejando el poder político, seguirán los mismos o mayores empeños de destrucción y degeneración social.

En realidad no se debería celebrar ningún Referendum Independentista en Cataluña. ¿Por qué?

Bueno, en primer lugar, porque va contra las leyes, y contra nuestra Historia Común de España, contra la unidad, contra la solidaridad social, contra los derechos de todos los españoles, etc...

Y en 2º lugar, porque en 1978 todos los separatistas catalanistas que existían en Cataluña cabían en un taxi. Esta moda boba del Independentismo es un invento inflado que se han montado unas élites de poder, excluyentes, que tradicionalmente ha habido en Cataluña, y que quieren montar un Imperio Trasnochado de Tebeo, sin base histórica que lo respalde, y manejar, eso sí, a su antojo, toda la riqueza económica de Cataluña.

Esta moda independentista que se ha adueñado de la calle se ha conseguido a base de engrasar con miles de millones de euros toda la maquinaria secesionista, mediatizando y manipulando todos los medios de comunicación, las escuelas y centros de enseñanza, y toda la sociedad, durante 36 años. Los mismos presupuestos que deberían haber ido siempre para las necesidades básicas de los ciudadanos catalanes pero que nunca llegaron.

¡Vamos, que desde el año 1980, los gobernantes fanáticos nacionalistas se lo han gastado todo, se han pulido todo el dinero, sistemáticamente, en adoctrinar las cabezas de las personas con Independencia!

Mi conclusión personal ya la he dicho siempre: 
El Nacionalismo, catalán y vasco, son dos inventos artificiales que nunca antes existieron en la Historia, y que fueron fabricados en el reciente siglo XX, a partir de ideas estrambóticas y trasnochadas de finales del siglo XIX, aprovechando después que el siglo XX fue un siglo convulso, para España, para Europa y para el mundo; que estas ideologías tienen implicaciones jesuíticas y masónicas, de las Sociedades Secretas, para llevar división y enfrentamiento a las gentes.

Un catalán y un vasco que apuesten por la independencia son personas que sencillamente no conocen la Historia del Reino de España, de la que sus familias de ascendientes, su historia, y sus tierras, han formado y forman parte troncal; y que, obviamente, han sido adoctrinados en la tergiversación y en el odio hacia su propia historia. 

(Artículo escrito originalmente el 12 de Diciembre de 2014)

No hay comentarios:

Publicar un comentario