Caminar mejor que correr

Muchas personas suelen aprovechar la época veraniega para ponerse un poco en forma, o simplemente para mejorar su salud corporal y sentirse más ligeras, perdiendo un poco de peso.



Sin embargo hay que tomarlo con calma y no caer en errores de excesos ni esfuerzos que después puedan pasarnos facturas indeseadas o desagradables.



Cuando una persona es ya adulta, y ha dejado atrás su fase vital de infancia y primera juventud, lo mejor es practicar paseos caminando, en vez de empeñarse en correr como los atletas; su cuerpo y su mente lo agradecerán. Vamos a ver algunas razones sencillas:



1.- Correr produce agotamiento en la persona adulta. Una persona adulta ya no es un niño y tiene que desplazar una cantidad considerablemente de kilos. Ese agotamiento continuado a su vez puede ocasionarnos síntomas de debilidad, ojeras, y sueño anticipado antes de nuestra hora de dormir, lo cual nos privaría de poder disfrutar de la velada nocturna, incluyendo la cena, poder ver alguna película, charlar, etc...



Mientras que si hemos caminado en nuestro paseo de la tarde, habremos ejercitado nuestro cuerpo y mente y llegaremos bien a casa, sin agotamiento ni cansancio extremo, lo cual nos permitirá seguir disfrutando normalmente de la jornada de nuestro día.



2.- Ese agotamiento por correr, es contraproducente para nuestro plan de mejorar nuestra línea y salud, puesto que puede desembocar en un ataque de hambre atroz que nos lleve a desvalijar nuestra cocina y despensa, como si acabásemos de atravesar el desierto del Sahara. Para evitar estos posibles peligros, lo mejor es adoptar una actitud moderada y pasear caminando en lugar de correr.



Caminar con los pies descalzos sobre la arena de la playa es uno de los buenos placeres de la vida, y muy saludable para nuestros pies y nuestro cuerpo y mente.



3.- Correr puede provocarnos molestias y dolencias. Por ejemplo podemos sufrir heridas en los pies, rozaduras, ampollas, esguinces, dislocaciones del tobillo, flatos, etc... Pero lo que es peor y más grave de todo, puede y de hecho ha provocado ya muchos infartos de corazón a muchas personas. Quien dice correr dice también el practicar front tenis, squash u otros deportes que puedan resultarnos agresivos. Hacer grandes esfuerzos inesperados podría ser fatal.



4.- Caminar durante 1 hora nos elimina aproximadamente unas 300 calorías. Con este buen resultado para nuestro cuerpo y mente, no nos merece la pena el ponernos a sufrir corriendo carreras agotadoras y peligrosas, y además innecesarias.



5.- Lo dicen los médicos. Los profesionales de la salud aconsejan a sus pacientes, sobre todo adultos y mayores, que den paseos, porque son buenos para equilibrar la tensión y para todo el cuerpo en general, pero no recomiendan correr, ya que puede entrañar ciertos riesgos o problemas.



Naturalmente, para sacar buen provecho de nuestro paseo diario, siempre conviene que comamos con moderación, sin cometer excesos, evitar comidas fuertes, grasientas, etc... Lo ideal es siempre tender hacia una alimentación natural y vegetariana, que nos hará sentirnos mejor y más ligeros.



Es una buena idea pasear por el Paseo Marítimo para aquellas personas que puedan vivir o vacacionar cerca de la costa del mar, ya que la brisa marina que respiramos, impregnada del mar, nos aporta muchas propiedades saludables. Si no es así, no pasa nada, pasearemos si es posible, en contacto con el campo y con los árboles.



También podemos alternar paseos a pié con paseos en bicicleta. En este caso hay que procurar evitar las bicicletas horrorosas de mountain bike y adefesios similares, ya que no están diseñadas para que pasee una persona adulta. Lo mejor es que nuestra bicicleta sea rústica, de paseo, de pueblo, de las de toda la vida; una bicicleta cómoda, con un buen sillín y proporciones correctas, como Dios manda.



* En bici, nunca ir por las carreteras por las que circulan los coches, sino por los caminos de tierra o paseos adecuados.

* Adoptar una actitud de disfrutar con tranquilidad de nuestro paseo. Nunca echar carreras ni hacer esfuerzos peligrosos.