Una llamada de teléfono sonó en la casa de la familia García, la familia de una de las tres niñas masacradas de Alcasser. Era el párroco de la Iglesia de Alcasser. Decía que tenía que entregar "algo" a Fernando García, el padre de Miriam García, y a Juan Ignacio Blanco.
Pero lo más extraño es que eran más de las 11 de la noche, una cita un poco tardía para venir de una parroquia.
Por aquél entonces el periodista de investigación que se dió a conocer por el caso Alcasser, Juan Ignacio Blanco, se alojaba en casa de la familia García, para seguir de cerca todo el caso y ayudar a darle un final justo. Ambos, Juan Ignacio y Fernando, intrigados por la misteriosa llamada, se prepararon y acudieron a la cita.
Al fondo, la Iglesia del valenciano pueblo de Alcasser, de noche.
Cuando llegaron a la Iglesia, todo estaba oscuro y suscitaba bastante temor estar allí a esas horas.
A su encuentro, cual sombra al acecho, salió el cura de Alcasser, el cual les dijo que había estado allí un hombre para confesarse como uno de los participantes del Crimen de Alcasser, porque estaba enfermo de cáncer y aseguraba que le quedaba poco tiempo de vida; por ello había dejado un sobre para ser entregado a Fernando García y Juan Ignacio Blanco.
El párroco dijo que no podía revelar la identidad de aquella persona porque estaba bajo secreto de confesión.
Toda esta historia fué la versión que contó el cura de Alcasser.
Es curioso que la cinta snuff de Alcasser salga de un cura, y además a esas horas nocturnas... ¿No es extraño todo este episodio del cura de Alcasser?...
En el sobre había un video snuff o al menos parte de un video snuff en donde se recogía una grabación relacionada con el crimen. En la filmación, aparecían las caras de algunos de los monstruos criminales, perfectamente identificables. Además, el confesante había escrito en una nota adjunta los nombres de 4 personas que también habían estado implicadas en el crimen.
Juan Ignacio Blanco y Fernando García
Posteriormente, Juan Ignacio Blanco y Fernando García viajaron a Madrid y se dirigieron al Ministerio del Interior para entrevistarse con el Ministro. Mostraron el video con el objeto de dar un impulso definitivo a la investigación oficial, e incluso dejaron el video allí, tal como se lo solicitaron, para que fuese objeto de todo tipo de análisis, y poder avanzar así en el caso.
Sin embargo, a Juan Ignacio y Fernando nunca les fué devuelto el video; nunca más volvieron a recibir noticias en relación al video de Alcasser, los 4 nombres aportados y los demás detalles acompañantes. Todo se desvaneció en el silencio.
Afortunadamente, y según afirma Juan Ignacio Blanco, antes de que viajaran a Madrid él tuvo la precaución de hacer una copia del video, que guardó a buen recaudo, por si el documento les era requisado y se quedaban sin la prueba, como así ocurrió.
Y así, el caso sigue estancado hasta hoy. Ni este gobierno ni ningún otro gobierno anterior nunca han querido llegar al fondo del caso; no tienen ningún interés en que la verdad sea conocida.
Durante todos estos años Juan Ignacio Blanco ha vivido amenazado y sigue viviendo amenazado. Pero el Video Snuff de las Niñas de Alcasser se ha convertido en su seguro de vida para seguir vivo.
Según Juan Ignacio Blanco, las personas que cometieron el Crimen de Alcasser eran personas de muchísimo poder, capaces de presionar y amenazar a cualquier gobierno o institución que se pusiera por delante. Blanco dice que no conoce los nombres de todas las personas que pudieron haber participado en el crimen, pero que sí conoce los nombres de varios de los criminales, aparte de muchos otros datos y detalles.
Hasta ahora de nada ha servido que el sr. Blanco haya puesto toda la información recabada a disposición de las autoridades y de la Justicia. Parece como si todo hubiera caído directamente en un pozo sin fondo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario