martes, 13 de octubre de 2009

¿Y qué pasa con los pobres de la calle?

Pobres, mendigos, vagabundos, sin techo, desarraigados, desahuciados, desamparados, abandonados....

Una imagen desgraciadamente habitual en nuestras ciudades. Hay personas que se encuentran abandonadas en las calles, sin tener un lugar donde ir, ni familia ni hogar.

A lo largo del año 2009 los madrileños fueron testigos de una cabezonada del Ayuntamiento de Madrid: ser la sede para los juegos olímpicos para el año 2016.

Pero resulta que cuando llegó la fecha de la Elección de la Ciudad Olímpica, hubo ¡tongo! cuando el Comité olímpico Internacional eligió a Río de Janeiro como la ciudad olímpica. Porque salta a la vista que a Río le faltan infraestructuras y no puede garantizar la seguridad de los visitantes, dada la inseguridad ciudadana salvaje que se sufre en Brasil.

Normal. Pues todos estos tinglados internacionales, como el COI, demostraron finalmente que, efectivamente, son unas mafias organizadas. Se ha sabido que los representantes que tenían que ejercer su voto, recibieron en secreto una "orden": hay que votar a Río. ¡!..,
¿Y quién dá esa orden, y por qué?... ¿Cómo se puede votar obedeciendo órdenes?...

En fin.... Lo triste es que además Madrid se gastó la friolera de 600 millones de euros solamente en promocionar su candidatura. ¿No es todo esto una gran locura absurda? ¿Cuántas personas podrían haber comido con 600 millones de euros?...

En octubre de 2010 el Ayuntamiento de Madrid gastó 454.000 euros, es decir, más de 75 millones de las antiguas pesetas, en promocionar el aniversario de la Gran Vía de Madrid mediante una campaña de globos amarillos en la ciudad de Nueva York.

Lo paradójico es que en esa misma avenida de Madrid hay personas tiradas en el suelo de las esquinas, pidiendo ayudas y limosnas a los ciudadanos que pasan. De nuevo tenemos que hacernos la misma pregunta: ¿Cuántas personas, españoles sin recursos, pueden comer y durante cuánto tiempo con 454.000 euros? Con ese dinero y con otros dineros más, que igualmente se dilapidan, se podrían haber construído varios comedores sociales y residencias para personas sin hogar.

Pero el problema no es el ayuntamiento de Madrid, ya que no es el malo único de la película, sino que son todas las instituciones públicas en general de toda España las co-responsables y cómplices necesarios de toda esta situación desastrosa y trágica de desatención a los propios ciudadanos españoles más débiles. Y lo mismo pasa en todos los demás países del mundo. Porque, por ejemplo, esa misma campaña de globos habría quitado mucha hambre a los pobres que duermen en las calles de Nueva York.

En otras comunidades autonómicas de España es peor todavía, ya que queman millones de euros en campañas de nacionalismo trasnochado y en abrir segundas embajadas inútiles, mientras hay ciudadanos de esas regiones que están tirados en las calles, sin casa ni comida. Todo por el bien de unos países fantasmas pero no por sus ciudadanos, que son víctimas del timo y del negocio de las patrias.

¿Tenemos derecho a gastarnos millones de euros en campañas fantasmas y proyectos vacuos habiendo la necesidad que hay?...

Los gobiernos y las administraciones autonómicas y locales deben servir preferentemente a las personas, que son los ciudadanos, que son la pieza clave y fundamental de una sociedad humana.

Todos los miembros del Gobierno español y del Parlamento van a dormir hoy tranquilamente, a pierna suelta. Al igual que todos los miembros de los 17 gobiernos autonómicos y sus respectivos parlamentos. Y al igual que todos los responsables de todos los Consistorios y de todas las instituciones oficiales.

Porque aunque hay personas, ciudadanos españoles, que están tirados por las calles, eso no le quita el más mínimo sueño a nadie. Todos van a dormir hoy muy felices y contentos. Porque mañana, en esos mismos parlamentos, van a impulsar otras inútiles quimeras de humo, proyectos malditos, con presupuestos también millonarios, parecidas al sueño olímpico de Madrid.

El jefe de la Misión del FMI, Fondo Monetario Internacional, que viene a ayudar a Irlanda, camina por Dublín, y pasa de largo ante un mendigo. Al parecer, hay que tener mucho dinero y ser uno de los grandes banqueros para recibir las ayudas oficiales.

El sueño olímpico se transformó al final en pesadilla. Ningún gobernante ni alcalde puede dormir tranquilo mientras haya seres humanos arrojados como colillas en las calles. Porque nadie puede dormir tranquilo mientras haya personas, compatriotas nuestros, tirados por las calles.

Este es el mundo de Satanás en el que vivimos actualmente, y ésta es la lección olímpica que hemos aprendido.

Los gobiernos no sólo no quieren atender a los pobres de la calle, sino que además los utilizan y experimentan con ellos hasta matarlos. Esto es lo que sucedió aquí en España, en 1988, en la llamada Operación Mengele. En aquellos tiempos estaba Felipe González como Presidente del Gobierno y el político socialista Jose Luis Corcuera como Ministro de Interior, el de "la patada en la puerta".

El servicio de inteligencia llamado Cesid, dirigido por el General Alonso Manglano, secuestró a varios mendigos para experimentar con ellos como cobayas humanas, probando extrañas inyecciones intravenosas, lo que costó la vida a al menos tres pobres personas abandonadas. Después, los mendigos, ya muertos, eran arrojados a la calle, siempre todo por la noche. Pero en realidad sabe Dios todas las personas que fueron víctimas o que sufrieron los estragos de estos matarifes secretos de la patria.

- Ya sé que no se lo van a creer, pero una vez yo fuí el Presidente de Estados Unidos. Entonces pude haber hecho alguna ley para favorecer a los desfavorecidos, y no lo hice... Yo pensaba que era un problema que no tenía que ver conmigo, que eran cosas que solo les pasaba a los demás. Ahora he aprendido una cosa:
Que los Demás somos Nosotros.

El "dónde se está", influye en el "cómo se es". Todo está inter-relacioado, es una ley cósmica universal permanente. Cómo están los demás influye en cómo estoy yo. Pondré un ejemplo sencillo:

Imaginemos que en frente de nuestra casa, muy cerca, hay otra casa de un vecino; pero esa casa está ruinosa y más bien parece un chamizo sucio y abandonado, en donde abundan los restos de comidas y de basuras tiradas por el terreno; el olor también es nauseabundo; hay también restos de botellas con bebidas alcohólicas y de jeringuillas con drogas; ruidos frecuentes, gritos y golpes. Etc... De manera que cada vez que salimos de nuestra casa este es el paisaje que vemos.

Pues, efectivamente, que lo que ocurre en nuestro entorno más próximo y quien vive en él, influye también en nosotros y nos afecta de algún modo. Y aunque esas personas o casas deterioradas y con problemas, las ubiquemos más lejos, el problema sigue estando igual de presente, y seguirá afectando igualmente de un modo u otro al final.

La Solución está, no en poner parches o arreglos baratos y temporales, basados en el Egoísmo, el cinismo, y la hipocresía, sino que hay que ir a la raíz del problema; a su verdadero origen.

"Dios Yahveh levanta del polvo al de condición humilde; del pozo de cenizas alza a un pobre, para hacer que se siente con Príncipes y heredar un trono de gloria como posesión. Porque a Yahveh pertenecen las columnas de la tierra, y sobre ellas coloca la tierra productiva".
1ª Samuel cap 2 vers 8.

No hay comentarios:

Publicar un comentario