Se habla del "Fracaso Escolar", un concepto que ya desde el principio apunta a la supuesta responsabilidad del alumno. Pero, ¿De verdad los niños y adolescentes son los responsables de sus resultados escolares...
¿O son otros los Responsables?
Recuerdo alguna conversación entre profesores, en los pasillos de las Escuelas, alardeando de a cuántos alumnos habían cateado cada uno de ellos en ese mes; eran conversación triviales, del día a día. Después se reían y se quedaban tan anchos, como si la cosa no fuese con ellos. Se despedían y se marchaban, cada uno a sus cosas.
Esa imagen, es, como se suele decir, similar a una zorra cuidando el gallinero.
En los últimos años he visto cómo los pobres bebotes, niños inteligentes, sensibles, cariñosos, y estupendos, regresan de la Escuela a sus casas con 5 o 7 asignaturas suspendidas. ¡Pero bueno! ¿Esto que es?... ¡Por el Amor de Dios!... ¿Puede ser esto posible? ¡¡Porque a la verdad que parece imposible!!... Y entonces la tristeza y el sentimiento de fracaso empieza a asomar en los rostros de los niños y de sus padres.
¿Pero cómo puede ser que tantos niños saquen tantos suspensos?...
Yo voy a decir lo que siempre he pensado, y quien no esté de acuerdo pues que no lo esté, que piense lo que quiera, y que exprese su comentario.
La verdad es que es una suerte y un privilegio tener una profesión tan hermosa como la de maestro, para enseñar a los alumnos de un centro educativo. Si nosotros somos el profesor debemos hacer todo lo necesario para que nuestros alumnos progresen bien, excelentemente, de manera que nadie suspenda ninguna asignatura, y que todos aprueben sobradamente sus calificaciones.
Pero el niño, en principio, es inocente, y para él es ya un esfuerzo gigantesco el madrugar, salir de casa, despegarse de sus padres, ir a la Escuela, y pasar allí toda la mañana, conviviendo con una comunidad escolar e intentando portarse bien y aprender cuanto pueda.
Si nosotros somos el profesor de este bebote, él podrá aprobar o suspender, dependiendo enteramente de nosotros. Nuestra misión será que el niño aprenda y apruebe la materia con una buena nota. Si el niño aprueba será mérito nuestro, y si el niño suspende será culpa nuestra. Así de claro. Debemos trabajar y hacer lo necesario para que este niño apruebe. No podemos permitir que este niño lleve un suspenso a su casa. Porque ese suspenso será nuestro propio suspenso como profesores.
Es verdad que hay una parte que siempre tiene que poner el niño. Pero precisamente nosotros también somos los responsables para motivar a que ese niño ponga su parte.
El responsable único, máximo, directo, y final, y el culpable, de que un alumno obtenga un suspenso, una hermosa calabaza indecente, a final de mes o a final de trimestre, es ni más ni menos que su profesor. Así de claro. En realidad el que ha supendido como enseñante y pedagogo ha sido el profesor. El que ha cateado ha sido el profesor, que ha demostrado su incompetencia profesional.
Cada vez que un alumno suspende una asignatura, ese dato, esa calificación, tiene que ir directamente al Curriculum Profesional del Profesor, para que quede constancia por escrito oficial en el Centro. Y todos los suspensos que los alumnos han obtenido, durante un año académico, tienen que ir convenientemente reflejados y perfectamente anotados en el Curriculum Profesional de cada Profesor.
Porque siempre es muy bueno tomar muy buena nota de todos los datos y detalles oficiales y académicos, no solo de los alumnos, sino también, y naturalmente, de los profesores.
Y así, cuando resulte que un señor se presente en un Centro Escolar solicitando trabajo como profesor, lo primero que harán en ese centro será mirar el expediente de ese aspirante a profesor, y comprobar su nivel de suspensos a los alumnos como profesor. De manera que aquél profesor que haya acumulado muchos suspensos a alumnos en su expediente, tendrá malas referencias profesionales, y lo tendrá muy difícil para ejercer como profesor de Escuela, habiendo otros candidatos a profesores con niveles mucho más bajos o exentos de suspensos.
Pero ningún profesor debe permitir que ni uno solo de sus alumnos saque un solo suspenso. Si ocurre esto, mejor que ese individuo vaya buscando otro tipo de empleo. Que para catear ya sabemos catear solos. Por cierto, que España está actualmente a la cabeza mundial en Fracaso Escolar.
Así que ¡A tomar nota!...
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