domingo, 18 de marzo de 2012

Lobotomización militar

Llegan los nuevos reclutas. Vienen de la vida civil y sus mentes están sanas. "¿De qué irá esto?" se preguntan todos.

¡Qué buena oportunidad para que los instructores les formen realmente, les alienten, les apoyen, les animen, y les traten con rectitud pero con afecto y dignidad!.. Pero me temo que para una buena atención y formación no han llegado al sitio apropiado...

Ya empieza el Mamoneo. El mamoneo en estos sitios está a la orden del día. Se puede presentar en cualquier momento y de improviso...

- ¡Oyeme, pedazo de tía asquerosa, a ver si te crees tú que vas a ser aquí la Reina de Saba, ¡Cualquier zorra de la calle lo haría mejor que tú!.. ¡ten cuidado no la cagues, porque no he visto una tía tan jodidamente torpe en toda mi puta y negra vida como tú!...

Proceso de manipulación psicológica agresiva. Todos nos preguntábamos: ¿Estarán locos estos instructores? Hoy ya sabemos la respuesta:
¡Sí, definitivamente están como unos putos cencerros!. ¡locos de atar!.., ¡Más pasaos que las maracas de Machín los "hioputas"!...

La Instrucción militar es un lavado de cerebro que consiste en 2 fases: primero quieren destruir tu mente y personalidad, hasta que ya no sepas quien diablos eres. Por eso emplean la agresividad psicológica.

Es como borrar un disco duro de un ordenador. Una vez que ya te han machacado y detruído, formatean y reconstruyen de nuevo tu psique desde el principio, diciéndote quién eres en realidad a partir de ahora y cuál será tu puta misión.

-¡Eh tú, sí tú, mariconeti, eres un desequilabrado mental, y aquí no aceptamos a ese tipo de cretinos!... así que o empiezas a funcionar o me encargo de tí rápidamente!...

- ¡Este puto negro de Oklahoma nos ha salido maricón! Pues como no hagas los 10 metros vas a hacer 100 y después te largo de aquí a patadas, por ser un puto negro fracasado!...

- ¡Ahora estamos haciendo los monos!... ¡Boing, boing, boing!.., Colegas, esto lo hacía yo de chico. Madre mía, las cosas que hay que hacer aquí para cobrar una limosna a fín de mes!...

- ¡Eih, tú, majareta!.., ¡Ya sé quien diablos eres tú! ¿Me querías engañar, eh?.. ¡Tú eres el maldito loco que se ha escapado del Psiquiátrico de al lado, y te crees que por eso ya no tienes que limpiar tus zapatos!... ¿Me equivoco, piltrafa humana?...

Sinceramente, yo quisiera preguntar a un psicólogo formado y competente, con experiencia, si el trato, o mejor dicho, el maltrato psicológico que reflejan estas imágenes, habituales en el mundo militar, puede ser bueno, positivo y edificante para la persona que lo sufre. Animaría a que las personas doctoradas en Psicología diesen su opinión profesional, además de las opiniones libres de cualquier otra persona que tenga a bien opinar.

Fín del trayecto. Proceso de Lobotomización completada. 2036 unidades listas y activadas. 4 unidades desechadas por inservibles.

Nunca he visto un caudal tan grande de ilusión, ganas, potencial humano y deseo de servicio, como todos aquellos jóvenes que quisieron reclutarse cuando yo también lo hice. Y cómo todo ese caudal gigantesco de ilusión y ganas infinitas de trabajar en aquellos jóvenes desinteresados, que hoy me parecen unos héroes por aguantar tanto, era dilapidado, despreciado y machacado sistemáticamente por todos los superiores que debían instruirnos.

Un Sistema dañino y destructivo para cualquier ser humano.
No se considera a los seres humanos, sino que son tratados como basura. Se explota y se trata tan vejatoriamente a los soldadillos, desde siempre y en todo lugar, porque no son más que ganado, carne de cañón de un sistema satánico; ni más ni menos.

La Ciudad y los Perros. Mario Vargas Llosa. 1963. Editorial Seix Barral.

Mario Vargas Llosa escribió una obra genial titulada "La ciudad y los perros". En este libro, el escritor peruano-español narra cómo en un centro de formación militar se obliga a unos jóvenes cadetes, casi adolescentes, a presenciar o a realizar actos aberrantes y alienantes, con la excusa de que iban a convertirlos en unos hombres duros, maduros y ejemplares.

Pero lo que sucede en la realidad es que esos inocentes jóvenes, que nada de malo habían hecho sino ingresar, con ilusión y buena disposición, en un centro de formación, salen después mutilados mentalmente y alguno físicamente, con sus personalidades desechas y deformadas, y con secuelas psicológicas de por vida.

Y volviendo a la vida real, muchas personas que han sufrido este tipo de experiencias traumáticas, de internamiento prolongado y permanente en centros militares, o también que han estado en frentes bélicos, y que han conseguido regresar a sus casas, han seguido teniendo fuertes pesadillas nocturnas durante los 3 primeros años después del licenciamiento.

En los casos más graves, las pesadillas de tormento no han cesado nunca en las mentes de estas desdichadas personas, y han seguido acompañándolas durante el resto de sus vidas.

Según se ha conocido, la tasa de suicidios en soldados que habían estado destinados en Irak y Afganistan, aumentó un 80% entre 2004 y 2008, aumentando también de manera significativa, entre estos veteranos, los casos de violencia doméstica y delitos sexuales.

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