viernes, 16 de septiembre de 2011

Patrias de papel. La estafa nacionalista

Este es el planeta Tierra. Los astronautas del Apollo XI relataron que les maravilló contemplar la Tierra desde fuera del planeta, con todos sus colores, lleno de vida; y les llamó la atención un hecho: desde el espacio, no existían fronteras ni países, sino que todo el planeta era un mismo cuerpo homogéneo.

Desde pequeños nos han enseñado que el mundo está dividido en muchos países, y que somos muy diferentes las personas de cada país. Pero esto en realidad no es así; es un mundo matrix que nos han construído. Solo hay un solo y único pueblo humano en la Tierra.

Es curioso que, tradicionalmente e históricamente, las religiones católica y protestante han sido muy amigas de los nacionalismos y de las patrias; han defendido mucho el sistema de las patrias, porque los gobiernos de las patrias han apoyado oficialmente a las religiones. Unos a otros se ayudan y se protegen, para tener el poder controlado, al margen de las necesidades de los seres humanos, a los que explotan.

¡Que no te engañen!.., ¡No te dejes impresionar nunca por las grandes y coloridas banderas y banderolas, enseñas, insignias y símbolos de países, grupos o de organizaciones de cualquier tipo!...¡Parecen que tienen tanta fuerza y significado!.. ¡Incluso se acompañan con himnos solemnes, y se las dedica culto y honores!...¡cómo si fueran dioses!...

Sin embargo todos estos emblemas artificiales representan a dioses falsos: cosas o entidades temporales y con fecha de caducidad, siendo la fiel representación de un mundo en donde reina la injusticia, los problemas, la violencia, el hambre, las guerras, las religiones falsas, los gobiernos corruptos, las enfermedades y la muerte.

¡Esas banderas son Pura Idolatría ciega hacia imágenes, palos de madera y trapos de colores!...

Una idolatría de banderas similar a la idolatría religiosa que pasea a muñecos de madera con sombrajos, palos y trapos, que son presentados a la gente como supuestos santos y vírgenes, reclamando una adoración idólatra; una grave blasfemia hacia los ojos del Creador que no quedará impune.

Esas banderas son velas, trapos y palos. Por eso el nombre de Dios es Yahweh, que significa "Yo soy el que Soy", es decir, Yo soy el único Dios de verdad, que vive eternamente, distinto a los dioses falsos de palos y trapos, que nada pueden hacer.

Los fanatismos nacionalistas siempre son ciegos, insolidarios y excluyentes. Y lo que es peor, a menudo inducen a que se organizen grupos fanáticos para que cometan crímenes y actos delictivos y terroristas, con mil excusas para intentar justificar una supuesta "liberación" de algo o de alguien.

Si para construir un país, sea el que sea, hay que matar a una sola persona, entonces ya no vale la pena construir ese país maldito y manchado de sangre.

Igual de diabólica es la consigna propia de los ejércitos en los cuarteles militares, cuando exigen dar hasta la última gota de sangre por la patria en donde se encuentre uno. Como si fuera una especie de ritual satánico de sangre.

Porque la vida de una sola persona vale más que todos los países del mundo juntos, tanto los que se construyeron en el pasado como los que se podrían construir en el futuro. Esta es la realidad.

Jesucristo nunca dijo: "Ama al que sea tu compatriota", sino que dijo "Ama a tu prójimo", es decir, ama a tu semejante, a todos los seres humanos, independientemente del lugar en donde cada persona haya nacido o crecido, que es simplemente un accidente geográfico y cultural. Y precisamente Jesús puso el ejemplo del buen samaritano como modelo de prójimo, ya que en aquella época samaritanos y judíos eran rivales irreconciliables y los unos a los otros se consideraban como herejes.

Existen muchos países que, en cuanto a su forma geográfica, parecen que son como bloques cuadrados, témpanos artificiales, trazados con regla, tiralíneas y compás, a tijeretazo limpio; unas formas artificiales que en un momento dado, han sido el producto de los intereses de otros países y de los negocios de la comunidad internacional.

Rápidamente a esos cubos artificiales que acababan de surgir, se les inventó un gobierno, una bandera de trapo con colorines, y un himno, el que fuera, eso sí, tocado instrumentalmente con mucha solemnidad, de modo que al final muchas personas se emocionaban y lloraban como magdalenas por esos cubos, cuando su himno se tocaba en algún juego de pelota televisado. ¡Qué emoción!.. ¡Y qué engaño más grande!...

Las fronteras pasan artificialmente por encima de valles, ríos, llanuras, lagos y montañas; los trazados pasan por encima de etnias, tribus y aldeas; "les dá igual todo lo que haya debajo", había que repartir las millas y llevar un proyecto de supuesto país ante la ONU, o ante la anterior Sociedad de Naciones, a ver si allí daban el visto bueno. Y cuando estas instituciones no existían, en la época de la descolonización, se tramitaba el visto bueno en la metrópoli de Londres o en París.

Esas patrias prefabricadas solo existen en el papel, y en nuestra mente, porque desde pequeños nos han enseñado a creer en ellas. Pero en la realidad no existen, y su posible existencia no tiene sentido, ni fundamento, ni beneficio, ni utilidad alguna. Las fronteras de los países, al igual que el dinero, son artimañas virtuales para esclavizar y manipular a los seres humanos.

También las formas de los países no son inmutables ni permanentes, sino que cambian con el tiempo. Países que existieron en el Pasado, ya no existen; países que antes, hace unos siglos, incluso unas décadas, no existían, ahora existen.

Otros países se han fragmentado en trozos de varios países más pequeños, y otros países han crecido su territorio, normalmente mediante matanzas y masacres. Muchas patrias han colapsado, quebrado y subastado, como si fueran entidades bancarias..., ¿Se puede uno fiar de las patrias y de la que hoy es su patria?... ¿Quién nos garantiza que estará ahí dentro de varios siglos o de varias décadas?...

En Europa por ejemplo, la Unión Europea ya se está encargando de dinamitar el concepto de Nación-Estado, hasta que se constituya como una unidad política europea, porque ahora la Elite del Mundo está planeando la construcción de un solo gobierno global, masónico y satánico. Es trabajo baldío intentar ahora construir nacionalismos en Europa o en el mundo.

Los que manejan el poder en el mundo, organizados en torno a las Elites de las sociedades secretas ocultistas, en realidad no pertenecen a ninguna patria, ¡no tienen patria!.., sino que únicamente pertenecen a su propio Sindicato masónico de las Sombras, que es mundial.

Los dueños del mundo ya saben que la fragmentación de La Tierra en países y naciones no es más que una artimaña tramposa y artificial, un negocio, y una estupidez absurda, cuyo único cometido en la Historia ha sido el de propiciar, por medio de mentiras y atentados de falsa bandera, una situación de infinitas guerras y matanzas entre seres humanos, matándose los unos a los otros como cerdos y como idiotas, por unos ideales que siempre han sido fraudulentos.

No hay guerra justa. Todas las guerras siempre son crímenes contra la humanidad. Las guerras las ganan siempre los mismos, los conspiradores masónicos que forman la Elite del mundo y los dioses oscuros a los que sirven; y las guerras las pierden siempre los mismos, los seres humanos.

En 1914 los gobiernos llegaron a la conclusión de que era necesario entablar la 1ª Guerra Mundial, una gran guerra en la que, de un modo u otro, estuviesen implicados todos los países del mundo, porque según dijeron, era la Guerra que iba a terminar con todas las guerras. ¡Otra mentira!... ¡El caso era fabricar guerras, cuanto más grandes mejor!...

¿Y qué hay del idioma?

Al comienzo de la historia de la humanidad, en el Jardín del Edén, solamente existía un idioma, el que compartían Adán y Eva. Ambos seres también conversaban frecuentemente con Yahweh hijo, Jesucristo. En el Reino del Dios Padre Yahweh y de su hijo, que se establecerá en la Tierra, en el futuro, a partir de la 2ª Venida, también volverá a haber un solo idioma para todos los seres humanos, como lo hubo al principio.

Así que los numerosos idiomas que hay actualmente sobre la Tierra, son un factor importante más para inducir a la fragmentación y la diferenciación artificial entre los seres humanos.

Los Mundiales de Fútbol son los Grandes Festivales Paganos para la exaltación de las Nacionalidades y de los Países, dioses falsos de hoy.

Por eso a mediados del siglo XIX, varias logias masónicas inglesas inventaron la práctica del "Football", el fútbol moderno, como paradigma para afianzar un modelo de mundo compartimentado en fronteras y en países, que solo puede conducir a contínuos conflictos y guerras entre todos ellos.

Y también para otro motivo: Reinstaurar el Pan y Circo moderno, que tan bien funcionó en la Antigua Roma, para adormecer las conciencias de las masas, y embrutecerlas con los instintos más primarios.

Aunque el juego de pelota, en sus diferentes modalidades, es un juego ancestral y que se practicó ya en antiguas culturas como la precolombina, en donde se mezclaba el juego con los sacrificios de sangre, para horror de sus ciudadanos. Pero esto no salía de ellos, sino de sus dioses. El balón representaba el dios Sol y los jugadores representaban las estrellas que giran alrededor del Sol. Hoy en día se habla de los jugadores famosos como las "estrellas del fútbol".

Además que todo este tipo de juegos, de este estilo, como el fútbol, rugby, tenis, baloncesto, etc.. se basan siempre en la confrontación, el enfrentamiento y la división; siguiendo el mismo esquema de los antiguos juegos como el ajedrez, la Oca, las cartas, el tarot, etc.., que Toth, el dios demonio de la sabiduría, instruyó en el Remoto Egipto.



"¿Qué pasaría si dejásemos de ser patriotas, para ser humanos?" un inspirador video escrito y compuesto por Mario Benedetti.

“Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”. Efesios cap 2 vers 19.

"Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesus". Gálatas cap 3 vers 28.

¡Apártense de nosotros todas esas endebles banderolas de países artificiales y corruptos!...

Por todo esto Jesús respondió a Pilatos:
-"Mi Reino no es de este mundo"

Porque el mundo de la época del Imperio Romano, al igual que el mundo de ahora, era un mundo de corrupción, de guerras, de injusticias, de muertes, etc.., gobernado por demonios. Lógicamente un mundo degenerado como aquél no podía ser el Reino del Dios Padre Yahweh y de Jesucristo. Sería algo imposible e impensable.

El Reino de Jesús y del Dios Padre, en el que vivirán los seres humanos, no es un reino que esté en un cielo lejano, ya que los seres humanos no van a ir nunca a ningún cielo, sino que es un Reino que se establecerá en la Tierra en un tiempo futuro.

¿Cómo sabemos que el Reino de Jesús vendrá a la Tierra en un tiempo futuro, y que no es un lugar del cielo?

Porque, entre otras razones, lo dice el PadreNuestro:
"Venga a nosotros tu Reino"

¿A dónde tiene que venir el Reino de Dios? Pues lógicamente, aquí, a la Tierra.

¡¡El Reino de Yahweh es nuestra única y verdadera Patria!!...
Jesucristo es nuestro único y verdadero Rey de todo el Universo.
Por eso la Escritura dice que nosotros somos ciudadanos de los cielos, es decir, de todo el Universo. Filipenses cap 3 vers 20.

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