miércoles, 20 de julio de 2011

La Profecía de las 70 semanas

Daniel fué uno de los profetas más grandes de toda la Biblia, de Israel y del mundo. Dió testimonio de ser vegetariano, como los primeros seres humanos que habitaron en el Jardín de Edén, y rehusó comer los manjares y carnes en el Palacio del Rey Nabucodonosor. Tanto él como sus compañeros hebreos, se mantenían jóvenes, lúcidos, y saludables.

La Profecía de las 70 semanas es una de las profecías peor interpretadas de toda la Biblia por parte de todas las iglesias en general, especialmente en los siglos XIX y XX, y hasta hoy.

No es una profecía futurista, es decir, que fuera a tener su cumplimiento en el futuro, sino que es una profecía cumplida, es decir, que se cumplió ya literal y totalmente en el tiempo.

Primeramente hay que aclarar que en esta profecía de Daniel, así como en otros pasajes del Viejo Testamento, como en Números y Ezequiel y otros, existe el concepto de la semana de años, por el cual cada semana simboliza 7 años, es decir, un año por día. Sin embargo esta computación simbólica no ocurre nunca en el libro de Apocalipsis del Nuevo Testamento, en donde las cifras son literales, y en donde por tanto, un día es un día y un año es un año.

Hecha esta aclaración importante, podemos encontrar esta profecía en el capítulo 9 del libro de Daniel, uno de los profetas mayores de la Biblia y dice así:

"70 semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fín al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos".

Es decir, desde el momento en que Dios Yahweh anuncia esta profecía, a través del ángel Gabriel, al profeta Daniel, el cual vivió entre los siglos VI y V a.C., hasta los tiempos de Jesús el Mesías, en los que se cumpliría la profecía, transcurrirían 70 semanas, osea, 490 años. Como dice ese versículo, Jesús pondría fín a la Era del pecado, siendo su sacrificio la solución y la salvación para los seres humanos. Con Jesucristo, la profecía se cumpliría, y quedaría sellada. Ahora lo veremos con más detalle.

"Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá 7 semanas, y 62 semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos".

Destrucción de Jerusalén por el Ejército babilonio del Rey Nabucodonosor, y deportación de los israelitas como esclavos hacia Babilonia. Uno de esos esclavos hebreos era Daniel.

A partir del año 598 a.C. aproximadamente, el Rey babilonio Nabucodonosor empieza a conquistar Jerusalén. Hay hasta 3 invasiones, y hacia el 586 a.C. tiene lugar la destrucción del Templo de Salomón, y Daniel, junto con otros muchos hebreos fueron llevados como esclavos a Babilonia. Esta fué la primera vez que se saqueó el Templo de Salomón. Después ocurriría de nuevo lo mismo con los romanos en el año 70 d.C.

La ciudad de Jerusalén queda destruída y desolada, hasta que en el año 537 a.C. el edicto del Rey Ciro de Persia permite regresar a los hebreos a Jerusalén y en el 536 a.C. se vuelve a reconstruir de nuevo la ciudad. Hacia el 520 a.C. se empezaron las obras de reconstrucción del Templo de Salomón. El proceso de reconstrucción, tanto de la ciudad como del templo, llevó una serie de años, varias décadas de trabajo, de tal manera que hacia el año 450 a.C. ya se había reconstruído todo completamente.

La profecía de Daniel es exacta y nos dice que desde la finalización de la reconstrucción de Jerusalén hasta el Mesías Príncipe Jesús, transcurrieron exactamente 69 semanas de años, es decir, 483 años.

"Y después de las 62 semanas se quitará la vida al Mesías, más no por sí".

Es decir, (7 semanas + 62 semanas) = 483 años después de la reconstrucción de Jerusalén, se quitaría la vida a Jesús, por asesinato violento y criminal, no por él mismo. Jesús no moriría dentro de las 69 semanas, sino después de las 69 semanas, lo cual solo puede ser en la semana siguiente, la semana 70.

"Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda".

Recordemos que llevamos 69 semanas de profecía; falta una semana, la última, para completar las 70 semanas. Efectivamente, en la semana 70 el sacrificio de Jesús ofrece el pacto de salvación para muchas personas, aquellos que creyeron en él, le siguen y le obedecen.

"El tiempo se ha cumplido" dijo Jesús en Marcos cap 1 vers 15.

La primera mitad de la semana 70 está formada por los 3 años y medio de ministerio que realizó Jesús en la Tierra, después de lo cual fué asesinado por la élite poderosa de la religión organizada y fanática de aquél tiempo.
"Consumado es" dijo Jesús. Momentos después expiró. En ese momento los sacerdotes se encontraban oficiando en el templo porque era la hora del sacrificio de la tarde, y entonces el velo del templo se rasgó en dos y hubo un gran terremoto.

A la mitad de la semana, efectivamente, en el momento de la muerte de Jesús, con Jesucristo se culminó y se completó el sacrificio perfecto, por lo que a partir de ese momento del sacrificio perfecto de Jesús, ya no era necesario realizar más sacrificios de animales y ofrendas en el templo.

Nos faltan los otros 3 años y medio de la última semana para completar las 70 semanas. Pues bien, la segunda mitad de la semana 70 fué cumplida por los apóstoles de Jesús, los cuales predicaron el Evangelio de la salvación de Jesús a toda la nación hebrea durante los siguientes 3 años y medio siguientes a la muerte del Maestro. Ya que Jesús había encomendado a sus discípulos que primeramente predicasen la Buena Nueva en todo Israel, para que se cumpliera con exactitud la profecía, y después de ese tiempo, que se predicase también el mismo evangelio a los gentiles, fuera de la tierra de Israel.

Dios envió a Pedro a predicar a la casa del centurión romano Cornelio y su familia. Esto le sorprendió mucho a Pedro, el cual había sido un judío muy ortodoxo. El Evangelio dejaba de ser algo propio de los hebreos y pasaba a predicarse a los gentiles, es decir, al mundo entero.

Completada la semana 70, fué Pedro el primer discípulo que empezó a predicar a los gentiles, comenzando con el Centurión romano Cornelio y su familia. (Hechos cap 10). Después, fué el apóstol Pablo el que más se distinguió por su dilatada carrera de predicación a todas las naciones gentiles de la Tierra, recorriendo Turquía, Grecia, etc... siendo conocido como "el apóstol viajero".

Las 70 semanas de profecía transcurrieron seguidas, sin parar en el tiempo. No es cierto que den un salto en el tiempo para seguir prolongándose en el tiempo del Apocalipsis.

La realidad es que la profecia de las 70 semanas, como decíamos al principio, es que es una profecía cumplida, que se cumplió ya con exactitud y plenitud en el pasado, en los tiempos de Jesús y de sus apóstoles. Y que se cumplió, además, con asombrosa y perfecta exactitud. Y no afecta para nada ni enlaza con nada del tiempo del Apocalipsis ni con ningún anticristo. Sí es verdad que hay otros pasajes de Daniel que tienen relación y complementación con las profecías del Apocalipsis, pero en este caso no.


La falsa interpretación de las iglesias apóstatas


Las falsas iglesias apóstatas y organizadas de la cristiandad, es decir, todas o la mayoría de ellas, aquí, en este punto de la semana 70, interpretan la doctrina falsa de que "el Anticristo hará un pacto de 7 años de paz con Israel, pero que a la mitad del pacto, es decir, a los 3 años y medio, romperá el pacto y les hará la guerra".

Semejante disparate y majadería solo puede salir de la mente de un ignorante o de un idiota ocultista o de un grupo de idiotas religiosos fanáticos ocultistas. La profecía de las 70 semanas, en el capítulo 9 de Daniel, no habla para nada en ningún momento de ningún anticristo, ni de que éste haga ningún pacto ni con Israel ni con nadie, ni habla de que el anticristo declarará la guerra a nadie. Esa bobada generalizada y aceptada por la mayoría de las religiones organizadas no es más que una milonga y un cuento chino gratuito.

Hay que tener en cuenta que, especialmente, desde el siglo XIX, los Jesuitas illuminati comisionados por el Vaticano, mediante el método de la infiltración en las congregaciones religiosas, al igual que en los grupos masónicos, introdujeron doctrinas falsas en la interpretación bíblica de las iglesias. ¿Cuál sería el objetivo? Pues liar y confundir las revelaciones del Apocalipsis para que la gente no sepa identificar la correcta llegada de los sucesos y los plazos de los tiempos, para que caigan en perdición.

Todo con un propósito: para que la gente no sepa reconocer al Falso Mesias cuando llegue y que así caigan en sus redes, pues si no son capaces de reconocer al Falso Mesias cuando llegue estarán a su merced. Aunque parezca muy fuerte y mentira, estas falsas iglesias tienen como cometido falsear las profecías y el mensaje verdadero para llevar a la gente a la perdición.
¡Pues hay mucho en juego!..

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