El ambicioso mapa geopolítico del Imperi Català
¡Ojo al parche que El Nacionalismo Catalán nos quiere quitar Benidorm y Alicante a los españoles!!. (entre otros lugares)...
Es difícil de creer por cualquier persona, pero aunque parezca mentira, ese objetivo forma parte de un proyecto estratégico nacionalista catalán, mucho más amplio, para construir el Imperio de los Països Catalans. Y esos tipos no están contando chistes; lo dicen en serio.
Esto de Els Països Catalans en realidad es un eufemismo para definir en verdad lo que es el expansionismo del Imperi Català, osea, el Imperio del Nacionalismo Catalán de Cataluña.
Quizás en su pasado, ante el terror de la Invasión Arabe, Cataluña consideró pequeño e insuficiente para su defensa un proyecto como el de los Països Catalans. Pero ese proyecto no es coherente porque Valencia, Baleares, Aragón, Andorra, y el Sur de Francia no son catalanes al uso, sino que tienen su propia personalidad.
El Imperio de los Països Catalans solo se puede ver en los mapas que confecciona el Movimiento Nacionalista catalán actual, ya que nunca antes en la Historia ha tenido base, ni existencia, ni antecedentes históricos reales. Ni siquiera ha existido nunca en la Historia una Cataluña independiente como Estado propio.
Ese Imperio trasnochado del Nacionalismo Catalán comprendería las zonas de Cataluña, el Sureste de Francia, la Comunidad entera de Valencia, con las provincias íntegras de Castellón, Valencia y Alicante, las Islas Baleares, Andorra, y Aragón como posible zona influenciable y anexionable.
Hay que decir que las lenguas en todos estos territorios se parecen pero no son iguales, y ni qué decir tiene que cada región tiene su personalidad propia y sus peculiaridades lingüísticas. No hay uniformidad lingüística. Por lo demás, es obvio decir que Alicante no es Barcelona.
Los valencianos se ven obligados a protestar en la calle, ante la presión pan-catalanista.
Pero estas ansias ambiciosas y expansionistas de territorios solamente son acariciadas por el extremista Nacionalismo Catalán. Nadie más las practica. La Comunidad Valenciana no quiere ni oir hablar de semejante disparate, despropósito, y monstruosidad, y los valencianos se tienen que estar defendiendo constantemente de las injerencias catalanistas, a las que responden con contudencia.
Lo mismo exactamente ocurre con las Islas Baleares. No quieren ni oir hablar del proyecto de un supuesto Imperi Català, y no permiten interferencias expansionistas catalanas en sus islas.
Todas las regiones vecinas protestan contra el Pan-Catalanismo agresivo y expansionista del Imperi Català.
En Andorra contemplan el Imperio Catalán como un mal sueño y un peligro para su tranquilidad, estabilidad, e independencia.
Y por supuesto, la zona de influencia catalana del Sur de Francia, como no podía ser de otra manera, no quiere saber nada de semejante follón.
Así que nadie de las costas mediterráneas quiere saber absolutamente nada de ningún Imperio Catalán. Y claro está, tampoco está en los planes de la Unión Europea el crear nuevos imperios de última hora.
No obstante, el Nacionalismo Català ya tiene hecho su proyecto, y configurados sus mapas en relieve y a todo color de Els Països Catalans. Los nacionalistas catalanes seguirán adelante construyendo sus castillos en el aire. Y este loco proyecto, al margen de las voluntades contrarias de todas las regiones mediterráneas, intentarán llevarlo a cabo según su deseo, si no es por las buenas, por las malas.
El expansionismo territorial del Imperio Català es impracticable, inconveniente y no traería más que problemas a todo el mundo. Y lo peor es que están engañando a muchos catalanes con estas historias.
El nacionalismo es un pedazo de negocio descomunal de mucho dinero y poder para la Elite del Poder Nacionalista. Pero los catalanes de a pié nunca van a sacar nada de ello; tan solo ser utilizados.
Los valencianos no quieren ni oir hablar del imperi Català
Como ya dije antes, el "Imperi Català" solo está en la cabeza de algunos personajes nacionalistas catalanistas y en algunos mapas de papel y de relieve que las organizaciones nacionalistas han encargado hacer en algunas editoriales e imprentas, pero en la realidad es un proyecto inviable, que las propias regiones no desean realizar.
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