lunes, 26 de diciembre de 2011

El objetivo de las guerras

Durante la 1ª y 2ª Guerra Mundial, franceses y alemanes, entre otros supuestos enemigos, se mataron y se descuartizaron como cerdos.

Después terminaron las guerras, y resulta que en 1984, el Canciller alemán, Helmut Kohl, y el Canciller francés, François Mitterrand, ritualizaron un acto de paz y se dieron la manita en el Acto Memorial de Verdun, para afianzar los lazos de unión y de paz entre los dos principales actores de la moderna construcción de Europa.

Después de que millones de personas han muerto asesinadas, con el sufrimiento infinito y problemas derivados, familiares, sociales, etc.., que han destrozado por completo a estos paises, ¡No pasa nada! ¡Solo ha sido un pequeño malentendido!.., ¡Todo olvidado y Santas Pascuas!..., ¡Aquí paz y después gloria!....

¿Qué significa esto? Pues que toda guerra es, por un lado, criminal, y por otro, inútil. Toda guerra es un crimen cometido contra la humanidad.

Como dijo hace tiempo Jean Le Rond D'Alembert: "La guerra es el arte de matar a los hombres, así como la política es el arte de engañarlos".

Las guerras son actos colectivos de violencia y crueldad inhumanas camuflados como cumplimientos del deber y patriotismo.

Pero, ¿El deber de un ser humano es seguir la corriente a los satanistas de las logias iluminadas que acaparan los poderes de las naciones?... Acaso, ¿El patriotismo es plegarse a los dictados de los testaferros de unas patrias que forman el mundo corrupto de Satanás?

La humanidad se despedaza, siguiendo las consignas falsas de unos gobiernos, noblezas, y autoridades, todos ellos miembros de las logias secretas, que conspiran desde las sombras con engaño, para manipular y llevar a las poblaciones al abismo.

Las Elites ocultistas manipulan el mundo, quitan y ponen gobiernos, y manejan las economías; hacen negocio con las guerras, y siempre ganan. Un simple ejemplo nos dice que la familia de banqueros Rothschild hizo su gran fortuna en 1815, desde Londres, a costa de la Batalla de Waterloo, y miles de personas masacradas.

Pero los seres humanos siempre pierden todas las guerras.

En el frente, y sobre el barro, un soldado inglés y un soldado alemán, comparten un cigarrillo. Alguien ha querido engañar a estas dos personas, diciéndoles que deben de matarse mutuamente. Pero son órdenes absurdas, que van contra la naturaleza humana, porque el ser humano no está creado para el crimen y el horror.

La gente de todo el mundo nunca se dió cuenta de que ha estado siendo engañada, todo el tiempo, desde hace 6.000 años. Siempre pica, vez tras vez, y cae en la trampa que le tiende el poder, porque el poder cuenta con los medios de comunicación oficiales, que mediatizan la información. Y así la Guerra Mundial se repetirá una vez, dos veces, y hasta tres.

El motivo profundo de las guerras no es dirimir las cuestiones políticas, territoriales, económicas o religiosas, sino que éstas son cortinas de fondo, de ambientación, como excusa. Estos son escenarios que continuamente se crean, y se suceden, para escenificar nuevas situaciones como pretextos.

8 de Junio de 1972. Niños corriendo en Trangbang, Vietnam del Sur, horrorizados por la guerra. La niña desnuda del centro de la imagen se llama Pham Thi Kim Phuc, y en aquél momento estaba a punto de cumplir los nueve años.

El motivo real y directo de las guerras es, ni más ni menos, que llevar el sufrimiento, el horror, la destrucción y la muerte a los seres humanos. Ese es en sí mismo el objetivo final. Lo demás son pretextos y excusas. La violencia, bélica en este caso, es el camino, y la violencia es el fín. No hay más explicaciones ni justificaciones.

En realidad, quienes ordenan las guerras no son humanos, sino los entes extraterrestres que gobiernan y tienen el poder del mundo. Pues como dice el texto bíblico de 1ª Juan cap 5 vers 19: "El mundo entero yace bajo el poder del Inicuo", es decir, de Satanás el Diablo.

Dos films clásicos antibelicistas son: "Senderos de Gloria", una película de 1957, dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Kirk Douglas, y "Sin Novedad en el Frente", una película de 1930, dirigida por Lewis Milestone, ganadora de 2 Oscars, al mejor director, y a la mejor película. De este último título existe otra versión cinematográfica del año 1979. Sin duda, dos obras maestras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario