¡Ahí está!.. ¡El Peñón de Ifach!..., en Calpe.
Diré dónde está porque los amigos de América no saben dónde está Calpe. Es una población costera y turística, que se encuentra en la provincia de Alicante, una de las tres provincias que forman la Comunidad Valenciana, y que dá al Mar Mediterráneo.
De vez en cuando tenemos que concedernos un tiempo vacacional y de descanso, para disfrutar de las bondades de una vida sana y natural.
Y es que Calpe está a tan sólo 26 kilómetros de Benidorm, formando parte de una zona turística internacional. Su silueta es famosa por la montaña que la protege, el Peñón de Ifach.
Tiene que ser toda una aventura subir esa Peñota, y de hecho que las autoridades han habilitado un camino para que los excursionistas, turistas y caminantes, puedan subir hasta la cima del Peñón.
Al principio hay un camino adoquinado y amplio que nos sube hasta una primera fase de la montaña. Hasta aquí es una buena excursión para personas que no tengan pensado subir más, o personas que quizas por motivos de su edad o condiciones físicas, o por otros motivos, no deseen esforzarse más.
En esta zona, el ayuntamiento de la ciudad ha habilitado un puesto turístico, que cobra tickets a los caminantes que estén decididos a adentrarse más en la montaña.
Esto también me lo he encontrado en el sur de Francia, que es una zona muy turística también, de primer nivel; al subir la Montaña de Montsegur u otras similares, el paso está controlado por un puesto oficial de la Oficina de Turismo, que cobra entradas y que ofrece souvenirs varios, recuerdos y demás objetos, para animar un poco los bolsillos de los turistas.
Desde este primer rellano que hay en la falda de la montaña, podemos contemplar unas hermosas vistas, por el norte una playa con sus bañistas, y por el flanco sur un puerto marítimo con barcos y veleros, y la profundidad de un paisaje que se pierde hacia Benidorm. Es agradable realizar también una visita expresamente al interior del Puerto, para ver las embarcaciones y disfrutar un poco de este ambiente marinero.
Seguimos la marcha, caminando hacia arriba. ¡qué bien se siente uno por aquí!.. Pronto nos encontraremos con un túnel. Hay muchas gaviotas y pájaros que acompañan nuestra excusión.
Sí, aquí está. Cuando el sendero llega a la roca, aparece un túnel que nos llevará a la otra parte de la Peñota, desde donde podremos proseguir con la excursión de subida.
A partir de ahora hay que extremar un poco las precauciones. Ya falta menos para llegar a la cima. Una cuerda anclada en el lateral de la montaña, a modo de barandilla, nos ayudará a asegurar nuestro paso.
Hay que pedir al Ayuntamiento de la ciudad, que ya que cobra entradas a los visitantes, y dispone de un presupuesto para el mantenimiento del Peñón, que se esmere un poco más, todo lo posible, en allanar el sendero y facilitar el camino.
Por fín la satisfacción de estar en la cima del Peñón de Ifach. ¡Lo hemos conseguido!... Las vistas son impresionantes. Otros subieron antes que nosotros, y otros subirán después.
Con tanto caminar y tantas buenas sensaciones, se nos ha abierto el apetito. Es hora de bajar ya a la ciudad y de apreciar las cualidades de la gastronomía mediterránea, y para ello no hay nada mejor que degustar una auténtica paella alicantina, en buena compañía.
¡Sí, creo que hoy ha sido un día fantástico!...
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