El hombre de la Entrada del Almacén de libros de Texas

Mañana del 22 de noviembre de 1963 en Dallas. Sobre las 12:30 pasa el desfile de limusinas que acompañan al Presidente Kennedy. Un fotógrafo de Associated Press (AP), llamado James Atgens retrata esta escena inmortal.

La caravana presidencial de Kennedy acaba de pasar el Almacén de libros escolares de Texas, que es el edificio que se puede ver a la izquierda. En este Almacén trabajaba Lee Harvey Oswald como empleado del edificio. Y precisamente en la Entrada se puede ver un tipo asomado que parece Oswald.

Los agentes del servicio secreto y los motoristas miran hacia delante y hacia atrás. El tipo de la entrada, que tiene parecido con Oswald, sigue mirando el paso de la comitiva del gobierno. Es justo nada más pasar el Almacén de libros cuando empiezan a producirse una serie de disparos, y el Presidente empieza a ser herido.

Ampliación. Los agentes del servivio secreto de la caravana miran hacia la Entrada del Almacén. Hay empleados del edificio que se han asomado para ver al presidente.

Lo llamativo de esta escena es que el tipo que aparece asomado a la Entrada del Almacén de libros es muy similar a Oswald, y viste con la misma ropa con la que después fué detenido, una camisa y una camiseta blanca.

El estudio de esta fotografía de James Atgens planteó un problema a la Comisión oficial Warren, para la investigación del asesinato del Presidente Kennedy. Si Oswald estaba en la Puerta, no podía estar al mismo tiempo en la 6ª planta del edificio, disparando a kennedy.

Entonces los investigadores de la Comisión Warren llegaron a una conclusión: el hombre de la puerta no era Oswald, sino Billy Nolan Lovelady, un tipo que también trabajaba en el edificio como empleado del Almacén, de una edad y un aspecto parecidos a Oswald.

Oswald y Lovelady coincidieron arrestados en la Comisaría de Policía, como sospechosos. Billy Nolan Lovelady aparece sentado a la derecha y viste una camisa de cuadros rojos coloridos.

¿Quién era el tipo asomado en la Puerta del Almacén, Oswald o Lovelady? La polémica nunca se aclaró y dura hasta el día de hoy. Naturalmente, la Comisión Warren concluyó que la persona de la Puerta no podía ser Oswald, y que tenía que ser Lovelady. Además la mayoría de los observadores y estudiosos del Caso JFK coinciden en apostar que el tipo de la puerta se parece más a Lovelady, sobre todo por la frente despejada que presenta, especialmente en su zona central.

Sin embargo la cuestión no está clara y existen contradicciones. Entre otras cosas, aunque la foto es en blanco y negro, la camisa del espectador del edificio no parece que sea de cuadros llamativos, y por el contrario se parece más a la camisa de Oswald.

Digan lo que digan las imágenes, Billy Nolan Lovelady declaró ante la Comisón Warren, bajo juramento, que en el momento en el que pasó la caravana presidencial por delante del edificio, él permaneció sentado en las escalinatas de la entrada mientras aprovechaba el descanso para comer algo. Esta declaración no encaja con que él fuera el espectador de la entrada.

Entonces la Comisión Warren preguntó a Lovelady:
- ¿Qué fué lo que usted oyó cuando estaba en la entrada del Almacén?
- Escuché unos ruidos como de petardos y después me enteré de lo que había sucedido - respondió el testigo.

Hábilmente la Comisión Warren había preguntado a Lovelady por lo que escuchó y no por lo que vió, porque si le hubiera preguntado qué fué lo que vió, entonces le diría que nada, y eso no habría coincidido con ser el espectador de la puerta. Además si él hubiera visto la escena no habría descrito su experiencia como ruidos de petardos sino de disparos.

Lo más extraño de todo con respecto a Billy Lovelady, fué que a los pocos días del atentado contra Kennedy, fué despedido de su empleo en el Almacén de libros. La CIA quería que Lovelady no siguiera trabajando en ese edificio para que no fuera nadie a husmear, haciendo preguntas por allí, acerca de dónde estaba él en el momento del asesinato de JFK, si la foto famosa de Atgens en la prensa se referia a él o a Oswald, etc... de este modo quitaron rápidamente a Lovelady del lugar que era el centro de interés del público.

Billy Lovelady murió de infarto en 1979, 16 años después; un poco pronto para morir de todas formas.

Por su parte, Lee Harvey Oswald era un tipo avivado y con cierta información y experiencia: desde que tuvo su experiencia militar empezó a ser un colaborador de la CIA para ciertas misiones; no era un chiflado, ni un estúpido ni un retrasado mental.

A las 12:30 se efectuaron los disparos. Uno de los agentes motoristas, el agente Baker, sospechó del edificio del almacén, y se dirigió rápidamente a registrar el edificio, seguido de otros agentes. Fueron subiendo los pisos; al pasar por la Cafetería que había en la segunda planta los agentes preguntaron al director del edificio:
- ¿Quién es ese tipo?
- Ese muchacho es Lee, un empleado que trabaja aquí.

Allí estaba Oswald, un muchacho flacucho y desgarbado, tomando tranquilamente una coca cola, ¡eran las 12:32! el joven no mostraba ningún síntoma de agitación ni preocupación, ni jadeaba ni sudaba; todo lo contrario, estaba absolutamente tranquilo y despreocupado, tomándose un refresco, aprovechando el momento en que todos descansaban para ver pasar al Presidente.

Oswald no pudo haber estado prácticamente en dos lugares a la vez, disparando a las 12:30 en la 6ª planta y tomando una coca cola tranquilamente en la 2ª planta. Oswald ni siquiera sabía nada acerca de un viejo rifle que alguien había dejado en la 6ª planta. Aparte que como demostraron posteriormente los investigadores técnicos del FBI, era imposible hacer 3 disparos completos con ese cascajo de rifle en tan solo 7 segundos, y acertar siempre un blanco móvil lejano; y en la cartilla militar de Oswal, éste figuraba como mal tirador.
¡Vamos, que Oswald no era el asesino ni de coña!...

Además, después del primer disparo en la garganta de Kennedy, el siguiente disparo mortal que le sucede a continuación, empuja la cabeza de JFK hacia atrás, cuando se supone que si alguien le ha disparado desde el edificio del Almacén, que ya había quedado rebasado atrás, la cabeza del Presidente debería haber caído hacia adelante. Este hecho muestra claramente una conspiración a gran escala desde el poder, y que Oswald no tenía nada que ver.

Por si eso fuera poco, resulta que las balas disparadas contra el presidente eran de un calibre distinto cada una de ellas. Por ejemplo, la bala que se dirigió contra su cabeza fué la de mayor calibre, y por eso en el film Zapruder se puede ver el tremendo impacto que le destrozó la cabeza, y le empujó violentamente hacia atrás, acabando definitivamente con su vida. Sin embargo la bala que previamente le había atravesado el cuello era de un calibre más pequeño, y pasó más disimulada.

¿En qué cabeza cabe que el veterano Oswald se hubiera puesto a disparar al Presidente desde las mismas ventanas del edificio en donde él estaba trabajando todos los días? ¿no habría sido más prudente para él escoger otro lugar más anónimo desde donde disparar al Presidente?.

La reconstrucción es la siguiente: Cuando pasó la caravana del Presidente, Oswald estaba, efectivamente, en la 2ª planta, tomando una coca cola, ajeno a todo, tal como vió el agente. Y por abajo, en la zona de la Entrada, estaba Lovelady, quien habiéndose asomado un momento por la entrada cuando pasó el desfile, permaneció un rato allí sentado, en las escalinatas, mientras comía algo. Todo encaja bien.

Unas semanas antes del atentado, los contactos de los superiores de Oswald en la CIA le habían comunicado que en ese momento no tenían misiones secretas para él y le ofrecieron que aceptase mientras un trabajo en la ciudad de Dallas, en un Almacén de libros Escolares, y que permaneciera tranquilamente en esa ocupación, hasta que se le encargase alguna misión más adelante.

Y Oswald así lo hizo, pero ignoraba que desde unas semanas antes del atentado, toda la cúpula de la CIA estaba preparando una gran operación secreta para eliminar al Presidente, y que le habían elegido precisamente a él como chivo expiatorio.

Lo único que querían de Oswald en la CIA era que tuviera alguna relación con el edificio del Almacén, ya que por esa misma calle pasaría el Presidente dentro de unas pocas semanas, y para ello le consiguieron ese trabajo con antelación, como un caramelo envenenado. Así podrían culparle después.

Después del atentado, algunos agentes secretos tenían como misión seguir a Oswald, para saber en todo momento dónde estaba el pichón, y tenerlo controlado en todo momento; de este modo, no tenían nada más que ir a detenerle, para montar a continuación la historia del loco solitario, que sería eliminado después, para borrar rastros. Oswald fué utilizado como un muñeco, engañado, traicionado, y finalmente asesinado.

Plano de la zona de la ciudad por donde se movió Oswald después del atentado. A las 13:14 cae abatido el agente Tippit en una calle muy próxima al Cine Texas; a las 13:50, Oswald, sin tener ni idea de lo que está pasando, es detenido por la muerte del agente Tippit.

Después del atentado, Oswald pasó por su apartamento, y después se dirigió hacia al cine Texas, próximo al lugar donde vivía. Ignoraba que estaba siendo seguido.

No contentos con engañarle, los miembros del servicio de Inteligencia buscaron más indicios que mostrasen a Oswald como un loco criminal suelto. Así que asesinaron a un agente de la policía por el simple hecho de que se encontraba cerca del cine en donde estaba Oswald;

36 minutos después detienen a Oswald en el cine, acusándole de haber matado al agente Tippit. En el cine le atizan unos golpes en la cara, para que sus efectos se vean bien, con el objeto de que Oswald diese la apariencia de ser un tipo conflictivo y agresivo. Y se lo llevan fuera, custodiado; no pueden perderlo, es la pieza clave que va a servir para montar toda la mentira del crimen contra JFK.

El agente de patrulla Nick McDonald, a la izquierda, y el detective Paul Bentley, a la derecha, ayudados por otros agentes, han detenido a Oswald y lo sacan fuera del Cine Texas, para conducirlo a las dependencias policiales. Sin comerlo ni beberlo, le esperan unas acusaciones impresionantes. La foto, de Jim McCammon, resultó demasiado oportuna; Bentley parece estar posando y se permite soreir a la cámara.

Oswald, cayó como un pichón en manos de las mentes criminales de los servicios secretos que organizaron el magnicidio de Dallas. Por los pasillos de la Comisaría, los reporteros preguntaron a Oswald:
- ¿Mató usted al Presidente?
- ¡Yo ne he sido acusado de eso - gritaba Oswald - nadie me ha acusado de eso, la primera vez que lo he escuchado ha sido a los reporteros, yo no he hecho nada, yo no he disparado a nadie!...

Dos días después de su detención, liquidaron a Oswald, utilizando a un hampón llamado Ruby, con el que la CIA tenía tratos, para que el caso quedase cerrado y que no se pudiera saber nada más. Después, Ruby y muchas otras personas fueron eliminadas para borrar cualquier rastro en relación al asesinato organizado de Kennedy.