viernes, 23 de octubre de 2015

La Gansada Federalista


El Rey Felipe recibió hoy al nuevo líder del PSOE, Pedro Sanchez. Felipe tenía curiosidad por escuchar en qué consistía realmente el proyecto federalista, y le pidió al socialista madrileño que le explicara, en persona, esa idea federalista.

Cosa difícil. El sr. Sanchez habrá obsequiado a Su Majestad con una bonita colección de vaguedades intelectuales, ya que un líder socialista vive siempre en el hábitat de la Ambigüedad. ¿Cómo explicar la cuadratura del círculo?...

Es una pena perder el tiempo con temas etéreos como el Federalismo, mientras hay problemas sociales, reales y graves, que afligen a la población española. Y todo para intentar dar acomodo a los que nunca se van a acomodar: los nacionalistas separatistas.

El Sistema Federal consiste básicamente en que un conjunto de territorios, completamente distintos y diferentes los unos de los otros, llegan a un acuerdo para formar un Club, con el objeto de buscar un beneficio común, equitativo para cada parte, y mayor para todos ellos. El ejemplo más nombrado e ilustrativo suele ser el de los Estados Unidos de América.

En nuestro caso, los distintos territorios españoles parten de una esencia hispana común, de una geografía compartida común, de una historia común, de una creencia religiosa común, de un idioma español común predominante en toda la Península Ibérica, y de toda una cultura milenaria común. Nuestra nación es un Reino muy antiguo, el Reino más antiguo de Europa.

La Constitución Española de 1978 ya diseñó una arquitectura de Comunidades Autonómicas, simplemente para intentar dar acomodo a los nacionalistas, pero que logró tan solo el fracaso y un espíritu de disgregación nacional, aparte del Dispendio de gasto público, manteniendo los sueldos y prebendas de un ejército de políticos.

Buscar la vía federalista para España es un ejercicio de ignorancia, inmadurez e irresponsabilidad. España es ya en la práctica una nación federal de hecho, distribuída en territorios autónomos y autogobernados. ¿Ha apaciguado el estado autonómico a los separatistas? No, al contrario, más bien los ha excitado y catapultado más aún hacia la ruptura.

El Federalismo es volver a insistir de nuevo en la misma medida, de provocar una disgregación general, artificial e innecesaria, para intentar conseguir algo imposible: que los separatistas enemigos de España se sientan cómodos en España. Con el riesgo añadido de que tanto esfuerzo de disgregación puede degenerar también, a la larga, en una Descomposición Nacional.

Por lo tanto, el Federalismo aplicable a España, es una idea estúpida, innecesaria, incoherente con la propia esencia e historia de España, insolidario en el equilibrio económico interterritorial, peligroso a largo plazo, y lo peor de todo, totalmente inútil para el fín que se pretende.

No viene a cuento el intentar cambiar nuestra completa esencia común española por un conglomerado de territorios disgregados, simplemente con el único objeto de pretender encajar a los enemigos de nuestra historia hispana común, que de ningún modo van a querer encajar.

Hasta la saciedad han repetido los separatistas que no quieren federalismo ninguno, ni simétrico ni asimétrico; que ellos solo quieren la ruptura y la separación. Pero a los socialistas eso no les entra en la cabeza; siguen reuniéndose con los separatistas para anunciarles que tienen una solución nueva para arreglar su caso: el Federalismo. ¡Nada!; ¡No se enteran!...

El Federalismo es el ejemplo de la típica solución socialista a  cualquier problema, buscando siempre una tercera vía a todas las cosas,  equidistándose siempre entre el Sí y el No, con un confuso "Sí pero No".  El federalista socialista, cuando le interese, dirá que es español, y  cuando no le interese, dirá que él no es español, sino de otro Estado diferente con otra realidad cultural.

Esto es en esencia la praxis del socialista actual, y el objetivo de ser un  federalista: Sí pero No, o ni sí ni nó sino todo lo contrario. Es la  materalización de la Ambigüedad Calculada como rumbo a seguir en la vida  y en la política, motivada por un sentimiento de confusión y contradicción permanente ideológica, y por otra parte, por una cobardía, renuncia y traición a la familia social e histórica a la que se pertenece.

Para resolver todo este estúpido entuerto artificial, si hay que encajar algo, hay que encajar a los nacionalistas separatistas antiespañoles en el Código Civil y en el Código Penal, y llegado el caso y si fuera necesario, buscarles acomodo en prisión.

Desgraciadamente, a los miembros del actual partido de la oposición, Psoe, les ha dado últimamente por respaldar el proyecto federalista como marco político para España. Primero les dió ese sarampión a los representantes papanatas del PSC, Partido socialista Catalán, para responder a los secesionistas diciéndoles que ellos no eran españoles ni independentistas catalanes sino todo lo contrario, y después les han pegado esa misma epidemia a todo el partido socialista español.

En fín... En mi opinión particular, el Rey y el Presidente del Gobierno, deberían contar con un equipo de asesores solventes, catalanes, conocedores de la realidad catalana, para que les asesoraran sobre Cataluña; personas como por ejemplo Albert Rivera, Albert Boadella, Alejo Vidal Cuadras, Xabier Horcajo, y tantos otros. Catalanes que son catalanes y a la vez españoles, que no se cansan de decir que España no debe nada a los nacionalistas, y no tiene que pedir perdón por nada a los nacionalistas.Y nunca, nunca, deben de conceder audiencia ni reunirse con representantes de partidos nacionalistas separatistas, ya sea que ostenten cargos institucionales o no, puesto que son enemigos declarados y acérrimos de España.